NACIONAL

Torres afirma que la facturación cruzada en la trama Nóos responde a “servicios prestados y reales”

El exsocio de Iñaki Urdangarin al frente del Instituto Nóos, Diego Torres, ha subrayado que las facturas que se cruzaron dentro del conglomerado empresarial impulsado por ambos con el Instituto Nóos como epicentro, y que ascienden a unos ocho millones de euros según la Agencia Tributaria, corresponden a “servicios prestados y reales” y no camuflan ningún tipo de irregularidad por trabajos ficticios.

El acusado ha respondido en estos términos a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach durante un interrogatorio que ha arrancado a las 9.15 horas, en el que Torres ha afirmado que “sí, había una facturación cruzada, pero correspondía a los honorarios de las personas que trabajaban” en los distintos proyectos impulsados por el Instituto y por los que esté cobró más de seis millones de euros de las Administraciones públicas.

En concreto, en un informe aportado a la causa, Hacienda estima que en 2004 la facturación que se efectuó entre las propias empresas de la trama por trabajos supuestamente ficticios ascendió a 1,4 millones, mientras que en 2005 fue de 2,1 millones, en 2006 de 2,2, en 2007 de 1,7 y en 2008 de 412.225 euros.

Preguntado sobre el hecho de que con frecuencia las facturas se emitieran bajo conceptos genéricos y con importes redondos, el procesado, para quien el Ministerio Público reclama 16 años y medio de cárcel -petición que el sindicato Manos Limpias eleva a 22 años y medio-, ha respondido tajante: “Jamás he librado una factura que no hubiera sido por importe redondo, que lógicamente coincide con la estimación de horas de trabajo a realizar”.

“Ojalá me hubieran investigado desde 1995, siempre ha sido así”, ha añadido al respecto Torres, para quien “no hay la menor contradicción” en este sentido puesto que las distintas facturas que Horrach le está exhibiendo de forma minuciosa “corresponden a los proyectos puestos en marcha”.

Al respecto, la AEAT señala cómo las facturas presentaban duplicidades respecto a proveedores externos del conglomerado empresarial, “incongruencias” así como “casos notorios de inexistencia del servicio pretendidamente prestado y, en el extremo, de falsificación material de la propia factura”.

Es más, llega a afirmar en su dictamen que las entidades que integraban el grupo devienen “meros instrumentos para drenar y distribuir los recursos obtenidos por medio de la marca Nóos entre sus dos propietarios y dirigentes, los imputados señores Torres y Urdangarin”. De hecho, la AEAT llega a aludir a la trama como un “puro andamiaje jurídico formal” para desviar los fondos cobrados de las instituciones.

Marco Antonio Tejeiro, excontable de Nóos y hermano de la mujer de Torres, Ana María Tejeiro, subrayó en su declaración como acusado cómo las empresas que conformaban el entramado -Instituto Nóos, Nóos Consultoría Estratégica, Intuit, Shiriaimasu y Aizoon- eran entidades vinculadas entre ellas que operaban en el mercado como si fueran una sola, todo ello bajo la dirección de Urdangarin y Torres, quienes ostentaban el control dentro del grupo.