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El trágico repunte en la llegada de pateras sorprende a la Delegación

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Como si se tratara de un retorno a un pasado tan reciente como especialmente dramático. El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, reconoció ayer en declaraciones recogidas por Efe Canarias y Europa Press el desconcierto generalizado acaecido en la atención a los supervivientes de la patera que fue rescatada el pasado domingo tras navegar a la deriva durante algo más de cinco días.

“Parecía que nadie quería hacerse cargo de unos inmigrantes que venían en un muy mal estado de salud”, se lamentaba Hernández Bento tras describir un dispositivo cuyos resultados distan mucho de acercarse a los deseados, ya que durante el mismo algunos de los inmigrantes recibieron el alta y volvieron a centros sanitarios hasta en tres ocasiones en apenas 48 horas. Lo peor de todo (y eso no es achacable a la atención dada en las Islas, claro está) es que ocho de las 49 personas que salieron de las costas africanas han perdido la vida, siete durante el trayecto y una más tras arribar a Gran Canaria.
Sin embargo, este repunte de la tragedia de las pateras y los cayucos en aguas cercanas a Canarias ha sido anunciado en medios como DIARIO DE AVISOS en repetidas ocasiones durante el último año, ante la evidencia en el crecimiento del número de inmigrantes llegados por esta vía a las Islas. No en balde, el último informe de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión o Frontex (del francés Frontières extérieures) cifra en un total de 874 las personas venidas en patera al Archipiélago en 2015, el mayor registro -con amplia diferencia- desde que empezó la década actual.

Ya en junio de 2015, el coordinador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, compartía con este periódico que en la referida entidad había “preocupación” por una posible reactivación de la vía clandestina hacia el Archipiélago. Ayer mismo, Lorenzo explicaba en conversación con este periódico que a su juicio “resulta evidente que se ha reactivado esta vía migratoria, aunque el hecho de que sea en proporciones muy inferiores a lo que ocurre en la frontera de Melilla o en el Mediterráneo explica el hecho de que Frontex la siga considerando cerrada [en referencia a esa vía por Canarias]”.
Si bien Hernández Bento se pregunta si no es el momento de que las instituciones implicadas en este asunto deban revisar y actualizar ya sus protocolos de actuación, para que no se den situaciones como las que se han vivido en los dos últimos días, para el representante de CEAR en Canarias, “más que el protocolo, entiendo que en este caso hay que atenerse a la valoración médica realizada a la llegada de los inmigrantes”. Sostiene Lorenzo que en un caso como el que nos ocupa, con personas que han pasado cerca de una semana a la deriva, “lo normal es que todas fueran derivadas a centros sanitarios”.
Detalla al respecto Efe que Enrique Hernández Bento destaca que ayer mismo tres de los inmigrantes que habían ingresado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco tuvieron que ser derivados a un hospital capitalino porque, aunque su vida no corre peligro, están tan débiles que no pueden ni levantarse de la cama.

El delegado del Gobierno confirmó que puso en conocimiento del consejero de Sanidad -Jesús Morera- estos incidentes, tanto los de la Comisaría de Maspalomas como los del CIE.

Hay que tener en cuenta que Hernández Bento visitó el CIE de Barranco Seco para conocer de primera mano el estado de salud de todas estas personas, porque los responsables policiales alertaron de que la situación de algunas no era la más adecuada para estar en un centro de esas características. Para Lorenzo, la implicación que muestra el nuevo delegado del Gobierno en Canarias invita al optimismo porque “al menos es proactiva, ya se interesó personalmente cuando, al poco de tomar posesión del cargo, se produjo la muerte de una persona que cayó al mar justo en el momento en que la patrullera abordaba la embarcación en la que viajaban”.
Sea como fuere, el portavoz de CEAR envía un mensaje claro: “La inmigración siempre buscará un camino: si se cierra una puerta se dirigirá hacia otra”.
Resta añadir que se han arrestado a dos presuntos patrones de la patera rescatada el pasado domingo y se investiga a otras cinco personas, de las que se sospecha que colaboraron con los mismos.

Al menos 20 muertos desde noviembre

Al menos 20 personas han fallecido cuando intentaban llegar a Canarias en patera desde el pasado mes de noviembre, según los datos recopilados entre las distintas fuentes oficiales y de las ONG que trabajan en origen.

Las últimas ocho viajaban en la embarcación rescatada el pasado domingo: una falleció al poco de llegar a tierra y las otras siete (tal y como explicó ayer el delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento) fueron arrojadas por la borda al morir durante la dramática travesía, que incluyó algo más de cinco días a la deriva.
El testimonio prestado por algunos de los 41 supervivientes coincide con el aportado por la ONG Caminando fronteras, que desveló que eran 49 personas las que partieron desde Cabo Bojador (Sahara Occidental).

A estas ocho hay que sumar otras once, cuyos cadáveres fueron rescatados por una patrullera de la Marina Real de Marruecos cerca del punto donde se hundió la embarcación -a 147 kilómetros al sur de Cabo Bojador- y que posteriormente fueron trasladados hasta la ciudad de El Aaiún, en hechos que tuvieron lugar en los primeros días del pasado mes de diciembre.

El otro fallecimiento certificado es el de una persona que cayó al mar desde una patera y se ahogó a 37 kilómetros de la costa del Sahara Occidental, en presencia de un barco español, la Guardamar Talía, y una patrullera marroquí. Aunque en principio se especuló con la posibilidad de que hubiera una veintena de personas desaparecidas, las imágenes aportadas por el avión Sasemar 101 desvelaron que los inmigrantes, al percatarse de la presencia de los rescatadores, se pusieron de pie e hicieron zozobrar la frágil barquilla, con el triste resultado ya reseñado.
Mientras tanto, ayer continuó sin éxito la búsqueda de otra patera.