Las fuerzas turcas han bombardeado este jueves las posiciones de las Unidades de Defensa Popular (YPG) –grupo armado kurdo– en el norte de Siria, en respuesta a un ataque previo desde la frontera siria, según ha informado una fuente de seguridad turca.

Turquía ha bombardeado repetidamente durante los últimos días las posiciones de las YPG, a medida que los kurdos sirios han ido avanzando hacia la frontera.

Ankara considera a las YPG una organización terrorista, lo que ha tensado aún más las relaciones con Washington y sus socios europeos, que se han apoyado en los kurdos, tanto sirios como iraquíes, en la lucha contra el Estado Islámico.

Turquía ha acusado al brazo político de las YPG del atentado perpetrado el miércoles en Ankara, que se saldó con 28 muertos. “Por la información que hemos obtenido, se ha podido confirmar claramente que el ataque fue perpetrado por miembros de la organización terrorista”, ha dicho el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu.

Ben Rhodes, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha subrayado que Estados Unidos aún no ha atribuido la autoría del atentado. “Hemos dejado claro a los turcos que en todos nuestros contactos con las YPG y otros elementos kurdos hemos dejado clara la importancia de la alianza con Turquía”, ha indicado.