EL CHARCO HONDO

Victoria’s

El último desfile de concejales está superando, y mucho, todas las expectativas. Son tantas las celebridades que –al parecer– han protagonizado este fashion show, que tanto la pasarela como el backstage se han quedado pequeños. Esta vez los diseñadores se han atrevido con estilos étnicos, folk, sport, y, por lo que cuentan algunos implicados, incluso con aires hippies o casual. La operación puesta en marcha para promover la censura al alcalde de La Victoria –local, insular o regional, dependiendo de quien la cuente– ha desembocado en una novela con tantísimos enredos que bien merece rebautizarse, con permiso de las modelos, como el Victoria’s Secret. Desmintiendo que no quede espacio para la sorpresa -y el choteo- en el patio de butacas, los episodios que este viernes desembocarán finalmente en una moción de censura al alcalde de La Victoria mejoran las tramas de los culebrones que se han vivido –y viven– en La Laguna, Frontera, Arona y otras pasarelas del mundillo. Según los diseñadores de una censura hecha con retales, lo que pasó, pasó, entre tú y yo, y nada, qué va, nada de nada, cómo se te pasa por la cabeza, ya sabes, en fin, nada han tenido que ver quienes mandan en Coalición y PP. Sin embargo, quien sufre la censura da tanto detalle, lo cuenta con tanta precisión, que cuesta no dar crédito a tal sucesión de conversaciones de escalera, telefonazos al gimnasio, conversaciones en la cocina, apariciones en chandal o reuniones por la puerta de atrás, y todo, dicen, cuentan, con los brujos de Coalición y PP joystick en mano, dándole al videojuego comarcal que tiene a los socialistas despertando al mismo día, quejándose en el desayuno, exigiendo responsabilidades cuando almuerzan y dejándolo correr al caer la noche. Los promotores de la censura insistirán en que los partidos se enteraron por la prensa, pero tiene toda la pinta de que hay mucho Victoria’s Secret orquestado por los diseñadores que se sientan en las direcciones de Coalición y PP.