El dardo

Investidura

En una artimaña que persigue no tirar la toalla y dimitir -lo mismo que debió hacer Rajoy, éste, además, para abrir la renovación del PP- ante la previsible frustración de su investidura, Pedro Sánchez ha ofrecido a Podemos, sus marcas blancas e IU-UP un acuerdo que va “más allá” del alcanzado con Ciudadanos pero que es -dice- compatible con éste. El candidato trata de no perder la segunda votación de investidura, de ahí también la cínica sugerencia de que Podemos consulte a sus bases si prefieren que Rajoy siga al frente del Gobierno u optan por Sánchez y Rivera en comandita. Es, ya digo, una maniobra a la desesperada, que, como era previsible, han rechazado Podemos y sus filiales e IU-UP pensando en el mucho tiempo que queda para negociar hasta la eventual convocatoria de nuevas elecciones. En ese periodo, Iglesias y los suyos se las van a hacer pasar canutas a Sánchez y, de llegar con él a un acuerdo, el PSOE deberá pagar un alto precio: cancelación del pacto con Ciudadanos -pese a que las dos partes lo consideran sin fecha de caducidad-, entrada de Podemos en el Gobierno o ambas cosas a la vez, más la asunción de políticas económicas y sociales muy de izquierdas, aunque colisionen con compromisos adquiridos con la UE. Está por ver si en tal supuesto C’s no abandona el proyecto hoy compartido con el PSOE y contestado en el propio partido y si el comité federal socialista llegaría a bendecirlo. Para el aspirante a jefe del Gobierno, la solución más deductiva sería un pacto por la izquierda, de mayoría amplia, que incluya a C’s y aísle al PP. Si no lo lograse y la formación de Rivera quedara fuera, restan dos únicas alternativas: pacto PP-PSOE-C’s, mejor sin Sánchez pero también sin Rajoy, o nueva convocatoria electoral. ¿Qué es lo mejor para España y para el PSOE? Esa es la pregunta que deben responder los dirigentes socialistas y obrar en consecuencia. Todo lo que está pasando desde que el rey eligió candidato para la investidura, incluidos pactos firmados, consultas a las bases con preguntas-trampa y hasta el discurso de esta tarde, es engañifa, teatralización y propaganda a mayor gloria de Sánchez y su mantenimiento como máximo dirigente del PSOE. A la hora de la verdad, su fracaso está cantado, por falta de humildad, grandeza y sentido de Estado.