El representante de la Secretaría General de Naciones Unidas para Irak, Jan Kubis, ha condenado el atentado con camión cisterna bomba perpetrado este domingo en la localidad de Hilla (centro), que se ha saldado con al menos 60 muertos y 70 heridos.

«Una vez más, los terroristas han golpeado con un salvajismo sin límites, dejando un rastro de muerte y destrucción», ha dicho, afirmando que el atentado «tenía como objetivo causar las máximas víctimas entre los civiles».

«Este horrible ataque se une al largo historial de brutalidad de los terroristas, y tanto nosotros como todos los iraquíes de distintas afiliaciones lo condenamos y rechazamos frontalmente», ha recalcado.

Por último, ha vuelto a pedir a la población «que no caiga en la trampa de los terroristas, que buscan minar la unidad del país y alimentar un conflicto sectario», aplaudiendo la contención de los familiares de las víctimas del atentado ejecutado el 29 de febrero durante un funeral en la ciudad de Muqdadiya.

El atentado de este domingo ha sido ya reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico. «Una operación de martirio con un camión bomba ha golpeado el control de las ruinas de Babilonia a la entrada de la ciudad de Hilla y ha matado y herido a docenas», ha dicho en su comunicado.

La provincia de Babilonia, en la que se encuentra Hilla, está mayoritariamente poblada por musulmanes de credo chií, mientras que el Estado Islámico está dominado por el salafismo más radical, que considera herejes a los chiíes.