De siempre me ha parecido que nuestra manera de expresarnos, el uso del lenguaje en estas Islas y los vocablos diferentes que manejamos, junto con nuestro particular acento, hacen que el habla de nuestro pueblo tenga un particular atractivo
Y ahí comenzaba una conversación que lo habitual era que se interrumpiera continuamente por risas de uno y otro. ¡Ah!, lo del Nuevo fue un nombrete que te puso el Naripa, que tenía arte para eso y que a ti te hacía gracia y te gustaba
Con el fin de asegurarse su posición frente a cualquier revuelta, una de sus primeras medidas fue ejecutar a 200 godos de las familias más nobles. Su epitafio, le define como «autor de crímenes, impío, obsceno, infame, torpe e inicuo»… Otro día, me pongo otro nombre
Tengo la impresión de que nos han estado engañando todo el tiempo. Incluso llego a pensar que no les tiembla el pulso, cuando se trata de mancillar la inocencia de los más pequeños
A finales de los 70, recién terminada la dictadura, irrumpió en nuestra sociedad un colectivo que hasta entonces había tenido que sobrevivir oculto y amenazado
Julián, más conocido como Julián el Bizco, debido al típico desvío ocular que popularmente se conoce como “tener un ojo contra el Gobierno”, es otro de los personajes que pertenece al paisaje humano de Santa Cruz
Ya lo he dicho otras veces, este tipo de personajes tan característicos de nuestra tierra merecen un recordatorio y una consideración. Sería bueno que Pedrín fuera recordado con una calle. Pequeñita, eso sí. Una avenida no le pegaría, pero una calle pequeñita, claro que sí
Hay cosas que desaparecen de nuestras vidas y no nos enteramos. De pronto, un día, reparamos en que ya no están y comenzamos a echarlas de menos. Y no es que fueran muy importantes, pero… estaban ahí. Algunas, incluso, pertenecían al paisaje humano de Santa Cruz, como las lecheras.
Creo que Manolo Valle fue un buen árbitro. El arbitraje le tiraba. Realizó esta actividad en dos deportes diferentes, el fútbol y el boxeo. Era algo gesticulante y le gustaba poner caras como para justificar sus decisiones, pero era un buen árbitro. En fútbol, llegó a ser presidente del Colegio de Árbitros tinerfeño y en boxeo logro la categoría de árbitro internacional