La cuestión nacional
El nacionalismo siempre fue un problema para la izquierda, que se definía como internacionalista por principio: el nacionalismo era “la cuestión nacional”, el problema nacional
El nacionalismo siempre fue un problema para la izquierda, que se definía como internacionalista por principio: el nacionalismo era “la cuestión nacional”, el problema nacional
“¿Qué hacer?”, se preguntaba Lenin antes de la Revolución de Octubre, y “¿qué hacer?” se pregunta el Gobierno y, en particular, Mariano Rajoy ante los previsibles resultados de las elecciones autonómicas que se celebran hoy en Cataluña, y que los soberanistas catalanes han convertido en un plebiscito en el que se dirime la independencia
Hace muchos años, los niños (hoy lo políticamente correcto sería añadir “y las niñas”) estudiaban -estudiábamos- un fenómeno histórico que nuestros libros y nuestros profesores denominaban “la invasión de los bárbaros”
La izquierda valenciana ha propiciado el acuerdo del Pleno municipal de Meliana que prohíbe a sus concejales asistir institucionalmente a actos religiosos (queriendo decir a actos católicos)
Hace varios meses, la secretaria general de Podemos en Sevilla, Begoña Gutiérrez, sucumbió a la querencia anticlerical de cierta izquierda española
La expresión coloquial española, que da título a este artículo, ha tenido una aplicación literal meteorológica durante el mes de agosto que ahora termina con las tormentas de verano que hemos sufrido
La corrupción de Púnica, junto a la confesada de Jordi Pujol y su familia, la andaluza y muchas otras más, que surgen todos los días, han traído por enésima vez a la actualidad española la lamentable prueba de que somos una sociedad corrupta
En estos días pasados, perdida en las páginas periodísticas de Economía que nadie lee, nos hemos encontrado con la noticia de que solo tres economías autonómicas crecen a un ritmo más rápido que la canaria, y que esas tres Autonomías son, nada menos, que Baleares, Cataluña y Valencia
Un amable -y curioso- lector nos critica muy cordialmente por pasar sin solución de continuidad de escribir sobre Grecia y Europa a escribir sobre las romerías canarias, sin detenernos siquiera un momento en analizar la actualidad política del Archipiélago
La reciente Romería de San Benito, en La Laguna, ha suscitado una crítica unánime y fundamentada desde los más diversos sectores, una crítica que denuncia su constante decadencia en los últimos años, la pobreza y escaso número de sus integrantes, y, sobre todo, la conversión de la Romería en un botellón
Una de las afirmaciones más repetidas por tirios y troyanos en los últimos tiempos es que España no es Grecia y no corre ningún peligro de llegar a estar al borde del abismo como están ahora mismo los griegos
El escritor griego de novela negra (nacido en Estambul) Petros Markaris ha declarado: “Esta crisis no la ha creado Angela Merkel. Si Grecia está como está, es culpa nuestra”