Cáritas consigue ayudar a miles de personas gracias a las donaciones

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

La crisis económica ha puesto de relieve aún más la labor humanitaria de Cáritas, una organización no gubernamental dependiente del Obispado de Tenerife, cuya ayuda permite un rayo de esperanza para más de 21.000 personas, dado el desbordamiento -por falta de recursos y a veces de gestión- de los servicios sociales públicos.

Cáritas es posible gracias a la participación de unos 1.100 voluntarios que destinan parte de su tiempo a ayudar de forma altruista a los demás, y de unos 80 trabajadores contratados, con dedicación plena a esta labor, y que no miran el reloj de las horas extras cuando hay que arrimar más el hombro en esta fundamental tarea solidaria. Pero Cáritas, que mantiene convenios con las Administraciones Públicas para su financiación, es también posible por la aportación económica de miles de particulares (parte de ellos en las colectas de la Iglesia) y de empresas.

Uno de los mayores donativos que ha recibido este año esta ONG ha sido el del Grupo Hospiten, que preside Pedro Luis Cobiella, según explica el subdirector de Cáritas, José María Rivero. Los 50.000 euros que ha donado esta empresa de servicios sanitarios llegarán a miles de personas de múltiples formas: comida; pago de alquileres, agua, luz y transporte; fármacos, comedores y libros escolares, cursos de formación, ropa, alojamiento, atención psicológica, asesoramiento laboral… Una demanda que no ha parado de crecer en los años de la crisis.

“No recibimos donaciones en metálico tan grandes, las mayores son de entre 6.000 y 12.000 euros, y, aunque sí hay muchas empresas que se han dirigido a nosotros para darnos alimentos, lo cierto es que las necesidades de financiación que tenemos son muy grandes”, subraya Rivero. En este sentido, el presidente de Cáritas, Leonardo Ruiz del Castillo espera que “gestos como el de Hospiten pueda servir de ejemplo a otras organizaciones para que colaboren en la ayuda a las personas que más lo necesitan de nuestra sociedad”.

El consejero delegado de Hospiten, Juan José Hernández, justifica este importante donativo en que este grupo empresarial no quiere estar “ajeno a la situación actual, y aunque estamos en tiempos donde la austeridad suele primar sobre otros criterios, como compañía responsable, debemos colaborar a mitigar en lo posible los daños que esta crisis económica produce a los más desfavorecidos”.

Una realidad social que, con nombres y apellidos, conoce muy bien Cáritas, y a la que no está respondiendo con la eficacia que deberían los servicios sociales públicos pese a tratarse de un derecho fundamental que asiste a los ciudadanos. “Nosotros nos basamos en el principio de subsidiariedad y complementariedad: a las personas que atiende la Administración, no las atendemos nosotros, pero la realidad a veces es otra, y Cáritas asume con algunos colectivos el papel principal porque los servicios públicos no llegan o lo hacen con retraso”, expone el subdirector de la entidad humanitaria. Algunas cosas , según subraya Rivero, han mejorado, como una menor dilación de los ayuntamientos en entregar ayudas de emergencia, “que antes tardaban semanas o meses”. Sin embargo, asegura que “aún así, la situación es de tal calibre que no es posible corregir esa demora como nosotros quisiéramos y como necesitan los ciudadanos ”.

Tiene claro Rivero que de ninguna forma los recortes en las arcas públicas deben suponer un paso atrás en los derechos sociales. “Nos oponemos de lleno a volver a sistemas de la posguerra o de los años sesenta o setenta, cuando era más un sistema de beneficencia; estamos en otra época, no podemos volver atrás, se trata de derechos fundamentales y los poderes públicos deben velar por que se cumplan”, enfatiza, con rotundidad, el subdirector de la ONG.

500 ‘SIN TECHO’

Uno de los programas que Cáritas lleva a cabo en la provincia es el de atención a personas sin hogar, para las que ofrece 150 plazas de acogida. Durante el año que hoy acaba, aproximadamente 500 personas han sido alojadas en alguno de los centros que gestiona esta organización humanitaria, según explica su subdirector, José María Rivero (en la imagen). En un 10% de los casos se trata de menores acompañados. Los centros de Cáritas para los sin techo son Guajara (en la capital tinerfeña) y María Blanca (Puerto de la Cruz); Café y Calor (Santa Cruz de Tenerife), Lázaro (La Laguna), especializado en atención a personas con VIH-Sida; Ben (Santa Cruz) y San Antonio de Padua (Granadilla), para inmigrantes y hombres sin hogar; Puente Atacaite (Santa Cruz), para mujeres solas con hijos a cargo; y Fauna I y II, pisos tutelados para mujeres que han sido víctimas de violencia de género.

 

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Ruiz del Castillo: “Es un ejemplo para otras entidades”

El día 21 de diciembre pasado, Cáritas Diocesana de Tenerife recibió del Grupo Hospiten una donación de 50.000 euros, en un discreto acto realizado en las instalaciones centrales de esta empresa. Asistieron Leonardo Ruiz del Castillo, director de la organización humanitaria en la provincia, y, por parte del Grupo Hospiten, Juan José Hernández Rubio, consejero delegado; Diana Cobiella Beauvais, consejera, y Pedro Luis Cobiella Beauvais, director general. “Deseamos que este gesto sirva como ejemplo a otras organizaciones para que colaboren en la ayuda a las personas que más lo necesitan”, afirmó Del Castillo.

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