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EE.UU. vuelve a enfrentarse al espectro del terror tras las explosiones de Boston

   

Estado de la biblioteca JFK donde explotó la tercera bomba. | @CaballeroMaicol La Casa Blanca ha sido acordonada por precaución. | EFE Imagen de los momentos posteriores a las explosiones. | EFE
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Estado de la biblioteca JFK donde explotó la tercera bomba. | @CaballeroMaicol

ELVIRA PALOMO (EFE)| Washington

El espectro del terror se cernió este lunes de nuevo sobre los Estados Unidos tras la explosión de dos bombas durante la maratón en Boston, que dejó tres muertos -incluyendo un niño de ocho años- y más de 140 heridos, en lo que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) calificó como un “posible acto terrorista”.

Tanto el presidente de EE.UU., Barack Obama, como el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, han asegurado que darán con los responsables de la tragedia y serán llevados ante la Justicia.

En un breve mensaje a los estadounidenses, el presidente Barack Obama indicó que las autoridades desconocen todavía quién o quiénes están detrás de las explosiones que han conmocionado al país.

“Todavía no sabemos quién hizo esto ni por qué y la gente no debería sacar conclusiones antes de tener todos los hechos”, afirmó Obama en una breve aparición en la sala de prensa de la Casa Blanca, al asegurar que se llegará “al fondo” de la investigación y el individuo o grupo responsable “sentirá todo el peso de la justicia”.

Aunque sin darle ese nombre, las fuerzas de seguridad tratan lo sucedido como un ataque terrorista coordinado, de origen interior o exterior.

Obama afirmó que se ha puesto en contacto con el director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, a fin de movilizar “los recursos necesarios para investigar y responder” a la emergencia.

“He informado a los líderes del Congreso de ambos partidos, y nos reafirmamos en días como éste que no hay republicanos ni demócratas, sino estadounidenses, unidos en nuestra preocupación por nuestros compatriotas”, subrayó.

Las imágenes ofrecidas por las cadenas de televisión trajeron a la memoria de los estadounidenses los atentados terroristas de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington.

Cuerpos ensangrentados, pánico en la expresión de ciudadanos corrientes, caos en las calles y el sonido de las ambulancias.

Tras las explosiones, el espacio aéreo sobre Boston fue restringido, el sistema de telefonía móvil suspendido durante un tiempo -para evitar la eventual activación a distancia de paquetes explosivos- y los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC elevados.

Las explosiones ocurrieron a las 18.50 GMT y con una distancia de entre 45 y 91 metros, cerca de la línea de la meta del maratón de Boston, que contó con la participación de unos 30.000 corredores, entre los que figuraban inscritos 91 españoles que no se vieron afectados, según la embajada en Washington.

Las imágenes de televisión mostraban el pánico y el caos generados por las explosiones en el sector de Back Bay en la emblemática ciudad portuaria, y víctimas ensangrentadas o con extremidades rotas o amputadas trasladadas en camillas.

Acompañado de agentes del FBI y de la policía local, Patrick instó al público a que permanezca alerta, denuncie cualquier paquete sospechoso, y colabore con la investigación.

“La ciudad de Boston está abierta y estará abierta, pero no será un día normal. Habrá un aumento de la presencia policial” en la ciudad, aseguró Patrick.

El encargado de la oficina del FBI en Boston, Richard DesLauriers, dijo que la investigación en curso, que cuenta con una constelación de agentes locales, estatales y federales, se centra un potencial acto terrorista.

Por su parte, el comisionado de la policía de Boston, Ed Davis, dijo que las autoridades “buscarán bajo las piedras” hasta encontrar a los responsables de este “acto de cobardía”.

Davis anunció para mañana una nueva rueda de prensa para precisar la situación de las cerca de 140 víctimas, algunas de ellas heridas de gravedad.

Aunque aparentemente las explosiones fueron coordinadas, Davis dijo que por el momento “no tenemos un sospechoso”, aunque las autoridades entrevistarán a “personas de interés” en busca de pistas.

Según las autoridades médicas, al menos 144 personas fueron trasladadas a ocho hospitales locales, incluyendo ocho niños. La mayoría de las víctimas sufrieron lesiones en la cabeza y las extremidades y varias decenas se encuentran en estado crítico.

Tras las explosiones, las autoridades establecieron brevemente una zona de exclusión aérea en todo el área de Boston y suspendieron los vuelos en el aeropuerto internacional de Logan.

También suspendieron temporalmente el sistema de telefonía móvil y elevaron los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC.

En cuestión de horas, la escena del crimen -resguardada por miembros de la Guardia Nacional- se convirtió en un hervidero de centenares de investigadores y agentes del FBI y de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés) policías locales, bomberos, y equipos de emergencia.

Varios líderes de ambos partidos del Congreso, entre ellos el demócrata Bennie G. Thompson, advirtieron que lo ocurrido en Boston es un recordatorio de que la amenaza terrorista sigue vigente.

“Este es otro recordatorio de que estamos bajo la amenaza del terrorismo y debemos permanecer alerta. Como dijo el presidente (Obama), encontraremos a los responsables y los llevaremos ante la Justicia”, dijo Thompson.

EL MARATÓN, UN DÍA FESTIVO EN BOSTON

El maratón de Boston, donde hoy era día festivo, es “el más prestigioso del mundo”, según los organizadores. La de este año era su 117 edición.

Es una de las cinco pruebas que configuran el World Marathon Majors, competición internacional que agrupa, desde 2006, a los cinco más grandes maratones del mundo (Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, además del de Boston).

Las autoridades han informado de que un tercer “incidente con fuego”, todavía no aclarado, tuvo lugar poco después en la biblioteca presidencial John Fitzgerald Kennedy de la ciudad.

“No estamos seguros de que estos incidentes estén relacionados, pero estamos trabajando sobre la hipótesis de que lo estén”, dijo un portavoz policial.

El comisario de la policía de Boston, Ed Davis, indicó que todavía no hay detenidos mientras el FBI ha iniciado una investigación.

La biblioteca presidencial JFK, dedicada al expresidente de EE.UU. y exsenador por Massachusetts, alberga documentos originales de la administración de Kennedy, así como correspondencia, y material inédito de varios autores, entre ellos de Ernest Hemingway.

Al parecer no hubo heridos en la biblioteca, ni han resultado dañados los archivos.

La policía de Boston también indicó que por el momento todas las investigaciones siguen abiertas y que no se dispone de conocimiento suficiente como para poder valorar las causas.

El Centro Médico de Boston aseguró estar tratando a decenas de pacientes, entre ellos a dos niños, quienes se encontraban en el área cercana a la línea de meta de la maratón.

El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, quien también compareció ante los medios, confirmó que el presidente Obama se puso en contacto con él nada más conocer la situación y pidió a los ciudadanos que se alejasen de las multitudes y regresasen “de forma calmada” a sus casas y hoteles.