imágenes con historia >

El Socorro, nombre de mal agüero para un aeropuerto que no lo fue

El piloto francés Maurice Poumet aterriza cerca del barranco de San Felipe con su monoplano 'El Borel', durante las Fiestas de Julio de 1913.- Foto: cedida.- Autor: anónimo

AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife

La situación estratégica de Canarias como escala entre Europa, África y América motivó que desde inicios del siglo XX algunas compañías aéreas quisieran construir aeropuertos en las Islas para la parada y repostaje de sus aviones. Según narra Carmen Rosa Centeno en su libro Imágenes para una historia 1913-1988, los primeros campos de aterrizaje de Tenerife fueron la lagunera finca del Real, donde en 1913 el francés Pierron hizo la primera exhibición aérea, y el Llano de Regla.

En 1919 el Cabildo tinerfeño ofreció al Estado un solar para el aeropuerto entre El Bufadero y La Jurada. Por esa época el Ministerio de la Marina desestimó el proyecto francés de una base de hidroaviones en el puerto de Santa Cruz. Comenzó entonces un largo periodo de estudios en busca de un emplazamiento para el ansiado aeródromo de la Isla. En 1923 se propuso La Cuesta. En 1929 se presentaron ideas para Los Cristianos, Llano de Maja (Las Cañadas) y Los Rodeos, donde ese año aterrizó un Arado VI procedente de Sevilla. En 1933 se propuso el Lomo del Caballo (Candelaria) y más tarde se pensó en Montaña Roja (El Médano) y El Socorro (Güímar), aunque al preferirse la cercanía a la capital se barajaron otros terrenos en El Sobradillo, Los Baldíos, Llano del Moro y Ofra. Incluso, se retomó, sin éxito, la idea del aeropuerto marítimo en Santa Cruz. Por esas fechas, el técnico José Galán realizó un estudio de toda la Isla que señaló como terrenos más adecuados Montaña Roja (cerca del actual Reina Sofía), Los Rodeos y el Llano de Maja. En 1935 el Cabildo abrió un concurso de oferta de terrenos para el aeropuerto en La Laguna (Los Rodeos), Güímar (El Socorro) y Arona (Los Cristinaos). Se aprobó el proyecto del arquitecto Marrero Regalado -autor de la Basílica de Candelaria- para la zona de El Socorro. Fue rebautizado con el nombre de aeropuerto de La Hidalga al considerarse de mal agüero su denominación anterior.

El alcalde güimarero ofreció los terrenos a mitad de precio y hasta el agua gratis. En 1936 el inspector de Aeropuertos confirmó que la instalación se construiría en Los Rodeos, ya que aquí se garantizaban los aterrizajes en el 75% de los días, con una pista auxiliar en El Socorro.

En 1943 se construyó la terminal del aeropuerto de Los Rodeos y en 1946 se declaró abierto al tráfico. De la pista auxiliar en El Socorro nunca más se supo.