El escarabajo pelotero – Por María Fresno

En el antiguo Egipto, el escarabajo pelotero (Scarabaeus sacer egipcio) fue un amuleto de vida y poder. Representaba al Sol naciente y era símbolo de la resurrección. En vida proporcionaba protección contra el mal, visible o invisible, dando diariamente fuerza y poder. En la muerte, quien lo portaba, adquiría la posibilidad de resucitar y alcanzar la vida eterna. Sin embargo, la importancia del escarabajo para los egipcios viene dada, en un primer momento, por su relación con las defecaciones. El escarabajo pelotero recoge una pequeña cantidad de excrementos que moldea hasta formar una perfecta esfera. Una vez concluida la transporta haciéndola rodar hasta enterrarla. Una vez enterrada la utiliza para dos fines, o bien para nutrirse de ella o bien para depositar sus huevos. El Pimelia canariensis es otro tipo de escarabajo. Este no vive en el antiguo Egipto. Habita aquí al lado, en Granadilla, y su importancia viene dada no porque proteja contra la muerte o las enfermedades, sino porque ha conseguido paralizar uno de los proyectos portuarios más importantes de la Isla.

Podremos estar de acuerdo o no en la necesidad de la construcción de este puerto, pero que un insecto, bicho o similar, por muy en peligro de extinción que esté, consiga que la Fiscalía denuncie al entonces viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Cándido Padrón, por autorizar la “traslocación” de varios ejemplares de este insecto y la destrucción de su hábitat, me parece una broma de mal gusto. La verdad es que no sé si hay tres, 300 o 3.000 Pimelia canariensis en los terrenos donde se prevé la construcción del puerto de Granadilla. Tampoco me importa demasiado, para mí se trata de un bicho feo, sucio y repulsivo. El perenquén también lo es, pero por lo menos se come los mosquitos. Haciendo un esfuerzo, un gran esfuerzo, puedo entender el afán proteccionista de las organizaciones ecologistas por mantener nuestro medio ambiente a salvo de la pala y el pico. Protejer las flores, el mar, los peces, los árboles, las plantas. Todo eso está muy bien. Es muy altruista y generoso. Pero hay que ser serios. No estamos hablando de que se construya en el Teide. Estamos hablando de empleo. De actividad económica. De dar capacidad de gasto a familias para que incentiven el consumo. Estamos hablando de la maraña legislativa que hay en Canarias que permite que la Fiscalía de Medio Ambiente se entretenga con unos bichos. La Pimelia canariensis no es el escarabajo pelotero.

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