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Joel Pérez: “Dicen por ahí que ya tengo un estilo; yo no lo veo”

   

DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma

Hablar de cómic en La Palma es hablar de Awara, y nombrar esta publicación es referirse a un joven y original dibujante palmero, que con 28 años es el santo y seña del noveno arte en la Isla. Joel Pérez, un artista global, que toca muchos palos, desde el cine hasta la música, pasando por la poesía, tiene una marca distintiva en el cómic. “Dicen por ahí que ya tengo un estilo propio, un sello; yo todavía no lo veo, aunque me alegro de que el público se dé cuenta, yo no”. No es extraña esta actitud, teniendo en cuenta que una de sus señas de identidad es la exigencia que pone en lo que trabaja.

Desde que en 2006 empezó a publicar en Awara (Ediciones Alternativas), que se presentó por primera vez en el bar La Cueva del Infierno, que llevaba otro gran ilustrador como Nano Barbero, que a día de hoy sigue siendo el único monográfico de cómics que se publica en Canarias, el trabajo de Joel Pérez ha evolucionado. Allí empezó a realizar adaptaciones de cuentos de Edgar Allan Poe, una de sus grandes influencias literarias, junto con otros autores como Lovecraft o Goethe. Si bien, reconoce que se produjo un salto importante cuando en 2007 comenzó a realizar historias inspiradas en las letras del cantante catalán Carlos Ann.

Creo que el ‘underground’ es vivir de uno mismo y hacer lo que uno quiere”

De hecho, Joel Pérez ha iniciado una línea de colaboración con Carlos Ann, haciendo ilustraciones que persiguen sus seguidores, incluso fuera de España. En concreto, en México ha tenido una importante repercusión. “El público de Carlos Ann me ha sacado de aquí”, reconoce el artista. Recuerda que el número cuatro de Awara, donde publicó el cómic Reír en la oscuridad, triunfó en México.

Joel Pérez ha sido un autodidacta en el mundo del dibujo. Desde pequeño ya dibujaba, un arte que, según nos comenta, hereda de su madre. Estudió dos ciclos en la Escuela de Arte de Santa Cruz de La Palma, de Autoedición y Gráfica Publicitaria, que se centraban en el diseño. “En el dibujo he ido por mi cuenta, fruto de ver muchos autores, leer mucho cómic y tirar de clásicos de la pintura”. Reconoce que en su estilo, los pintores que más han influido son Goya y Velázquez. “Creo que de ahí viene la idea de dibujar medio real y medio cómic”, sentencia.

El digital ha hecho mucho daño; es una herramienta más para el dibujante”

En cuanto a las principales influencias de las que ha bebido del cómic, “la gente que vivió los ochenta, cuando el underground, me acusa de tener mucho de Tim Bradstreet; un ilustrador de los ochenta que abusó mucho de la tinta. Y es verdad que es una de las grandes influencias a la hora de hacer portadas y retratos”. También comparan su trabajo con el gran Frank Miller. “Me gusta, pero me gusta más como escribe que como dibuja, que es como un esbozo sin terminar”.

En su universo creativo también tienen un lugar destacado autores como Micke Mignola, de Hellboy, o Marcelo Frusin , “cuya serie en western fue quizá la mayor influencia, sobre todo en Awara uno”. Si bien, reconoce que Moebius “ha sido mi maestro, para la tinta es el mejor”.


Domina la tinta

Joel Pérez dibuja en blanco y negro, un estilo que está casi desaparecido entre muchos creadores, pero en el que se ha especializado el creador palmero, a quien otros dibujantes le han recomendado que persevere porque, “si llegas, será el primeros que hoy pueda ser conocido por la tinta”. Sobre su estilo, se le ha clasificado como un autor underground. Y, de hecho, reconoce que está “intentado resucitar ese género”.

“El underground es vivir de uno mismo y hacer lo que uno quiere. Estamos muy acostumbrados a ver el hiperrealismo como influencia del digital, que ha hecho mucho daño. El digital es una herramienta más para el dibujante, yo trabajo con pílot, plumilla y pincel”, reconoce.

Además está convencido de que puede crecer artísticamente sin tener que marcharse de La Palma. “Antes pensaba que no, ahora creo que sí”. De hecho, asegura que estando trabajando en la Isla, realiza más encargos para el exterior que en la la etapa en la que vivía en Madrid. “Publico en México, Madrid o Zaragoza”, y es que también ha realizado colaboraciones con otro prestigioso músico como Bunbury. Todavía recuerda cuando un hombre en La Palma le recomendó que “me dedicara a trabajar en la obra y no a manchar papeles”. “Mi ilusión es poder vivir de ésto”, y con su talento y perseverancia, a buen seguro que lo consigue.

En estos momentos tiene entre sus manos diferentes proyectos, entre los que se encuentran además del tomo nueve de Awara, un Juan Tenorio, que se va a presentar en la próxima Feria del Libro, y que está realizado sobre la versión que hizo el director de la Escuela de Teatro Pilar Rey, Carlos de León, y en el que aparecen dibujados los mismos autores que hicieron la representación. Su segundo poemario, Tártaro, que realiza a dos manos con Ayoze Soler, como hicieron con el primero, Samsara, está pendiente de financiación para poder editarlo.

En estos momentos expone en el Centro Cultural Aguere en la muestra Retratos III, junto con otra pareja de ilustradores canarios, Víctor Arrocha e Isidoro de Taoro.