RAÚL DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife
José Miguel González Hernández lleva muchos años en política y conoce como pocos el Parlamento de Canarias.
-¿Cuando empezó su relación con este sitio?
“Cuando estaba en Madrid de secretario general de ICONA, me llamó Manolo Hermoso para que me incorporara al Gobierno de Canarias. Yo pensé que venía a la Consejería de Obras Públicas y al final fue en Hacienda. Fue mi primera época en el Parlamento de Canarias, donde me acuerdo que vivimos unas negociaciones muy duras con el secretario de Estado, que por ese entonces era Josep Borrell. Recuerdo esa época porque, entre otras cosas negociamos la ley del REF del año 1994. En mi siguiente etapa ya entré con Hermoso y era diputado del Parlamento”.
-Durante todos estos años, el Parlamento ha experimentado muchos cambio. ¿Recuerda cómo era este edificio?
“Al principio no teníamos ni escaño, pero lo que sí digo es que lo que había en el Parlamento eran muchas ganas de trabajar. Llevo muchos años en política pero mi etapa que considero más importante es mi vida profesional como ingeniero de montes, recuerdo con mucho cariño, por ejemplo, cuando creamos el Parque Nacional de Garajonay. Es que yo llegué a la política por la vía de la técnica. Lo que pasó es que tenía afinidad con varias personas con las que luego creamos ATI, y fue ahí cuando nos fuimos integrando en el mundo de la política poco a poco”.
-De esta legislatura en el Parlamento hay que destacar el enfrentamiento entre el Gobierno del Estado y el de Canarias. ¿Qué le parece esta situación?
“A mí no me gustan las confrontaciones y lo que está pasando ahora es que no se están jugando las cartas con limpieza. Se habla mucho de austeridad, cuando venimos de una etapa donde se gastó con una alegría inconsciente; pero, claro, hay un principio que no se debe perder y es el de la equidad. Lo que no puede ser es que los recursos públicos se muevan por intereses políticos”.
-De todas las crisis económicas que usted ha vivido, ¿considera que esta es la peor?
“Sin duda es la peor de todas las que he vivido. Tenemos que buscar la manera de reorientar la economía de Canarias, el turismo está al límite y todos sabemos que hay un nivel de paro muy alto. Tenemos un exceso de leyes muy complejas que son una auténtica maraña jurídica, lo que hace que muchas veces el ciudadano se vea perdido. La principal tarea de la Administración pública es no molestar a los ciudadanos. En esa búsqueda de reorientar nuestra economía, tenemos que potenciar la exportación porque es imposible mantener nuestro consumo interno. También necesitamos preparar mejor a nuestra juventud, que yo entiendo que ahora mismo no la tenemos formada con una actitud para el sacrificio y el trabajo. Han vivido al amparo de los padres y han dado por supuesto que las cosas se solucionan por sí solas”.
-¿Y qué futuro tienen nuestros jóvenes con este panorama?
“El problema es qué hacer con esta generación, que prácticamente la tenemos perdida. Es patético que alguien se permita el lujo de rechazar un trabajo. Le pongo un ejemplo: en Estados Unidos, la flexibilidad con el ámbito del trabajo es enorme. Aquí estamos viviendo un cambio de ciclo y algunos necesariamente tendrán que buscar trabajo fuera de Canarias”.
-¿Le ilusiona todavía su actividad política?
“Esta es mi última legislatura. Mi mujer se jubila este año y ya es momento de que los dos tengamos una vida más tranquila. Todavía tengo ilusión por hacer cosas para las personas”.
EN 1 MINUTO
Cargo. Diputado autonómico y portavoz del grupo parlamentario de CC en la cuarta, quinta y sexta legislatura. Delegado provincial del Ministerio de Obras públicas y Urbanismo (1977-1979). delegado del Ministerio de Agricultura (1979-1981). director general de ICONA (1981), consejero de Hacienda y Economía del Gobierno de Canarias en la segundaa y tercera legislaturas. En política municipal ha sido teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Laguna.
Profesión. Es Ingeniero de Montes y Licenciado en Farmacia.
Familia. Casado y padre de tres hijos. Su mujer es licenciada en Historia y jefa del Archivos de Obras Públicas. A sus tres hijos los tiene viviendo fuera de Tenerife, entre Estados Unidos, Madrid y Alemania. Para González, la familia es el núcleo más importante de la formación de una persona.
La música clásica. Cuando se le pregunta por sus aficiones, pone este tipo de música en primer lugar. Le gusta disfrutar de ella en los conciertos y en su casa, donde coincide con otra gran afición, como es la lectura. “Tengo una gran biblioteca en mi casa, donde tengo que destacar una enciclopedia muy importante de Egipto y Mesopotamia”. Ahora mismo está leyendo La mano de Fátima en su Ipad.
Estados Unidos. Es un enamorado de este país, al que le unen muchos vínculos. Entre ellos, hay que destacar que estudió un máster en la universidad de Oregón y ha visitado prácticamente todos sus parques nacionales. Además, tiene un hijo viviendo allí donde es profesor de universidad. González presume de sus hijos y le brillan los ojos al hablar de ellos. El que vive en Estados Unidos es licenciado en dos universidades tan prestigiosas como son Harvard y Princeton.
Colegio alemán. Es donde estudiaron sus hijos en Tenerife antes de que se marcharan con otro rumbo. De este colegio destaca la formación que le ha inculcado a sus hijos.
Hasta las Antípodas. Hasta Nueva Zelanda ha viajado con sus hijos. “Nos metimos en dos coches y durante más de veinte días estuvimos recorriéndola”, recuerda. José Miguel González reconoce que con la llegada de los nietos es más complicado viajar con la familia.