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El ‘paraíso’ del desempleo – Por María Fresno

   

Cinco Días publicó la pasada semana que la economía española no va a dejar de destruir empleo en los próximos meses y que el mercado aún podría perder entre 300.000 y 400.000 puestos de trabajo antes de hablar de recuperación. A pesar de que, como muchos expertos han previsto, el PIB comience a crecer a finales de este año, no se creará empleo hasta la segunda mitad del próximo. Y hasta que esto no ocurra la situación de miles de familias no mejorará. Junto a la indignante tragedia política que está viviendo España con escándalos de corrupción moralmente detestables (muchos deberían mirar a Alemania, donde su ministra de Educación dimitió el pasado sábado tras hacerse público que falseó, o sea mintió, sobre su titulación académica) no hay duda de que el desempleo es el principal problema de este país. Y nadie es capaz de asumir el fracaso político en esta materia, lo cual tampoco es de extrañar, porque aquí, asumir, asumir, nadie asume nada. Bueno, salvo cuando las cosas van bien. Allí están todos, en primera fila, para ponerse los galones.

Desde Europa, pasando por el Estado y acabando por las autonomías, nadie es capaz de solucionar el problema del paro, cuyo nivel de gravedad llega al límite de que 7 de cada 10 jóvenes en Canarias no encuentra trabajo. Las administraciones están dejando en manos del mecado, de cómo vayan las cosas, la solución de un asunto que, como dicen los empresarios, comienza a ser ya insostenible. El mercado es vulnerable, poco fiable. Si un Estado, con todo lo que lo forma, es incapaz de solucionar, aunque sea de manera temporal, los problemas de la gente, ¿para qué sirve? Si algo tenemos que agraderle a la crisis económica es que nos ha demostrado la calidad de los políticos. Unos dirigentes, que ya han dejado de ser vocacionales, y que se alzan a la administración con la intención de hacer de la política su medio de vida (algunos no tienen otro) en lugar de contribuir al bienestar de la sociedad y de los ciudadanos que la forman. Sé que resulta injusto meter a todos en el mismo saco, pero con los últimos casos de corrupción y sobres, cuesta creerlo. XL Semanal, revista que distribuye este periódico, publicó ayer un magnífico reportaje sobre los secretos de las cuentas numeradas y el funcionamiento de la banca suiza que, por cierto recomiendo. Leyéndolo me vinieron imágenes a la memoria que no quiero reproducir con políticos, maletines y banqueros de protagonistas. Terrible.

@MariaFresno72 | www.mfresno.blogspot.com