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Una policía ‘verde’ y canaria unida

   

Sirvan estas imágenes para comprobar que en Afmacan vienen a coincidir un centenar y medio de funcionarios a los que le une la protección medioambiental del Archipiélago. / DA


TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Son aproximadamente centenar y medio de policías especializados, pero están repartidos por todo tipo de administraciones de las Islas, ya sea la autonómica ya en las locales. Entre sus tareas se encuentra velar por su gran tesoro de Canarias, la Naturaleza, pero hasta ahora no habían dado un paso decisivo para poner el foco en lo que ya son: un referente en el sector ecológico del Archipiélago. Por estos y otros motivos ve la luz la primera Asociación profesional de agentes forestales y medioambientales (Afmacan), quién sabe si el primer paso para una policía verde de Canarias.

Con exquisito gusto para elegir plaza fundacional, fue en La Palma donde estos policías pusieron en abril de 2011 las bases de su asociación con el acta que fue registrada un año más tarde y que, ahora, se deciden a presentar a los medios de comunicación a través de su presidente, Andrés Rodríguez, y de su coordinador de Comunicación, Eduardo González.

MISIONES FUNDAMENTALES

Lo más llamativo que resulta de un primer acercamiento a la labor que llevan a cabo estos agentes es que no se limitan a ejercer una función administrativa, sino que también están habilitados para actuar como policía judicial.

Estos agentes de la autoridad realizan tareas tan relevantes como averiguar si un incendio fue intencionado o aclarar el origen de un vertido de combustible a un acuífero.

En definitiva, hablamos de una figura clave a la hora de colaborar en cualquier tipo de emergencia que se produzca en el medio natural del Archipiélago.

DE TODOS LADOS

Es fácil entender el interés mostrado por que surja una asociación en la que se aspira a unificar a funcionarios con origen tan dispar.

Así, esta Afmacan cuenta entre sus miembros con trabajadores de los parques nacionales, de los cabildos, de la Agencia de protección del medio ambiente (Apmun) o de ayuntamientos como, por ejemplo, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna o Icod de los Vinos.

Precisamente esa disparidad mueve a esta asociación a marcarse como un objetivo fundamental contribuir al reconocimiento y la mejora profesional de la figura del agente forestal o de medio ambiente en Canarias, así como, con el paso del tiempo, consolidarse como interlocutor imprescindible en la toma de decisiones que afecten al sector.

LOS FINES

A modo de ideario básico, la Afmacan se crea tanto para defender los intereses de sus miembros como para promover la mejora y calidad de su actividad profesional.

Igualmente, la asociación pretende prestar asesoramiento y ayuda a los agentes forestales y de medio ambiente de las Islas, así como facilitarles la comunicación y acceso a las fuentes de formación e información relacionados con su trabajo. También se aspira a actuar como interlocutor ante la Administración en defensa de sus intereses, aunque sin perjuicio de los sindicatos.

Bienvenida sea toda cooperación que ayude a proteger la Naturaleza de Canarias.

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Ven abandono en los parques nacionales

La Afmacan surge con el ánimo de defender los intereses de los agentes forestales y medioambientales de las Islas, pero también de hacer oír su voz sobre cualquier tema que afecte al sector.

Así las cosas, no es de extrañar que uno de sus primeros comunicados de prensa tenga como objetivo denunciar lo que entienden como “situación de abandono de los parques nacionales canarios casi tres años después de que el Gobierno autonómico asumiera su gestión”.

Como balance de ese periodo de tiempo, esta asociación considera que la acción gestora del Ejecutivo canario “se ha caracterizado por muestras frecuentes de desinterés”, lo que a su juicio demuestra que “no se hayan aprobado planes rectores de uso y gestión” que consideran cruciales.

El gran recorte

Pero donde el comunicado de Afmacan centra sus críticas es en “el detrimento sin precedentes de la partida presupuestaria destinada a estos emblemáticos espacios naturales protegidos”. Ello se debe a que el recorte en cuestión es nada menos que del 73,48% con respecto al ejercicio anterior.

Semejante tijeretazo se traducirá, relata la nota, en que “se dejarán de ofrecer con calidad servicios como la prevención y extinción de incendios forestales, la recuperación de las especies de flora y fauna amenazadas, la restauración de las áreas degradas, la vigilancia y custodia del territorio, el control y erradicación de especies introducidas, la educación e interpretación ambiental, el mantenimiento y la limpieza de equipamientos, los proyectos y programas de investigación de los propios parques y de universidades y otros centros…”.

Y como es lógico, las casi 280.000 hectáreas que ocupan serán vigiladas por menos de la mitad de los 16 agentes que hoy día cumplen tal misión en Canarias.

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