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CASO DECAPITACIÓN>

“Todo pasó muy rápido”

   

NICOLÁS DORTA | Santa Cruz de Tenerife

La vida sigue. Ayer por la mañana, otro día de calor, abría como es habitual el bazar chino de la esquina del Valdés Center, en cuyos pasillos murió el viernes una ciudadana británica de 60 años a manos de un hombre que le cortó la cabeza y fue detenido cuando salió del local. Las seis personas que trabajaban ese día no acudieron a sus puestos. En el mostrador está Wu, la hija de 23 años de la encargada. Su madre está muy afectada, como todos los empleados.

Habla con tranquilidad un español correcto. Esto le ha permitido contarle algo a los policías nacionales, que se ha llevado los videos de las cámaras de seguridad que captaron la tragedia. Esta joven no estaba en la tienda en el momento del apuñalamiento y cuando llegó, poco después, no quiso mirar. Sí vio cómo se encontraban sus compañeros de trabajo y lo que le contó su madre.

“Todo pasó muy rápido y la policía nos ha dicho que el lunes se celebra el juicio”, explica. El presunto asesino, al parecer con patologías mentales severas, pasará mañana a disposición judicial. El cuchillo con el que decapitó a la británica era de la tienda. “Una especie de cuchillo de cortar jamón”, dice Wu.

En la tienda, con dos amplias puertas en cada lado, entra y sale gente. Los empleados dan los buenos días con la seriedad de siempre. Todo el mundo prefiere pasar página aunque “la gente habla mucho sobre lo que pasó”, dice Wu.

Es por desgracia la historia más contada en la calle. Nadie diría que en la acera de enfrente yacía la cabeza envuelta en una manta por la policía. Ahora no hay nada. Dice Wu que gente ha dejado flores allí, pero no se ven. En los bares de enfrente no se habla de otra cosa. Muchos vecinos de la zona, casi la más céntrica de Los Cristianos, han pasado una noche extraña. Así lo corroboran las atenciones ese día en el centro de salud de al lado. Muchos nervios. Varias han sido la atenciones por estrés postraumático, relataba a la Televisión Canaria un médico que vio el cadáver en la tienda.

El nombre de Tenerife salía en los rotativos ingleses, un destino “seguro”, decía el pasado viernes el alcalde de Arona, José Alberto González Reverón, sorprendido, como todos, por la magnitud del suceso.

El concejal de Seguridad, Manuel Reverón también dijo ayer que este hecho es una cuestión puntual, que podría haber ocurrido en otra parte y que la Policía Local ya había tomado diligencias sobre esta persona en ocasiones anteriores dentro de sus competencias. “Es un juez el que tiene que decidir en estos casos”, añadió.

El edil asegura que Arona “sigue siendo un municipio seguro” con los medios que tenemos y lamenta profundamente lo ocurrido.

El responsable municipal de Seguridad confirmó que el cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense y que el presunto autor de los hechos se encuentra detenido en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía Tenerife Sur, a la espera de que sea puesto a disposición de la autoridad judicial, previsiblemente mañana.

Interior del bazar donde el pasado viernes tuvo lugar el crimen |ESTEBAN PÉREZ


Todo apunta a que el detenido será ingresado en una unidad psiquiátrica a la espera de que diriman las diligencias.