X
LA PALMA >

75 aniversario de Ron Aldea

   

El alambique que todavía se emplea es el mismo con el que arrancó la marca en 1936. / J. RIGONI-ACFI PRESS

DAVID SANZ | San Andrés y Sauces

A las orillas del Atlántico, el mar que hizo de puente para la llegada de la caña de azúcar a las Islas, en Puerto Espíndola, en San Andrés y Sauces, se encuentra la fábrica de Ron Aldea, una marca que cumple este año su 75 aniversario, conservando todo el sabor artesanal de la pura caña y, a la vez, compitiendo en un mercado global en el que la calidad y exclusividad de esta clase de productos tienen sin embargo un lugar destacado.

Una empresa en manos de una familia de maestros roneros, que ha sabido conservar la peculiaridad de su producto y, a la vez, innovar para hacerse un hueco en el mercado. José Manuel Quevedo, bisnieto del creador de Ron Aldea, Manuel Quevedo Alemán y artífice de la introducción en Canarias del método que distingue a este producto como es la destilación directa del jugo de caña, ha sido el artífice junto con su hermana de la evolución de la última década

Hoy, cuatro generaciones después, la familia Quevedo conserva esta tradición de la destilación directa del jugo de caña que realizan en el mismo alambique que en los comienzos en 1936. Un alambique de cobre, de destilación en continuo y con horno de leña, que es lo que “nos ha permitido mantener intacta la calidad que a lo largo de los tiempos ha distinguido al Ron Aldea”.

“Molemos la caña, de allí se obtiene el jugo, que luego fermentas para terminar destilándolo. No hay ningún paso previo como se hace en las grandes zonas azucareras como Centroamérica o Brasil, que lo que se hace del jugo es extraer el azúcar y del residuo, la melaza, se hacen los alcoholes con los que se elaboran los rones que se consumen, salvo en contadas excepciones como la nuestra donde se utiliza directamente el jugo de la caña”, explicó Quevedo.

En la última década, tanto José Manuel Quevedo como su hermana, que se han quedado al frente de la marca, le han dado un impulso al producto, diversificando la marca en varias gamas para entrar en un mercado cada vez más exigente.

“Antes teníamos ron blanco y amarillo. Ahora disponemos de ron miel, un Reserva de diez años y otro de quince, o familiar, como también lo conocemos, junto con la fabricación de licores de plátano, café y hierbas”.

Como consecuencia de este trabajo, les ha permitido dar importantes pasos en el mercado que les ha llevado, pese a la crisis, a que el año 2010 fuera el de mejor facturación de esta empresa familiar. Además de Canarias, donde José Quevedo reconoce que “hemos crecido, teniendo presencia en la mayoría de las grandes superficies y supermercados”, también están presentes en la Península con un distribuidor en Madrid.

Además este año han conseguido salir fuera de las fronteras del país, poniendo una plaza en Alemania, a través de un fabricante y distribuidor de tabaco, que vende en tiendas especializadas. De ahí que el ron que han enviado sea de gama alta, los reservas.

Una imagen del proceso de elaboración del Ron Aldea. | J. RIGONI-ACFIPRESS

Historia de la marca

La marca del ron está ligada a isla de Gran Canaria, donde surgió en 1936 en el municipio de La Aldea de San Nicolás de la mano de Manuel Quevedo Alemán(1872-1968), quien había emigrado siendo todavía muy joven a Cuba, pasando en 1898 a Santo Domingo. A su regreso de Las Antillas trabajó en un alambique de Bañaderos, propiedad de su padre y de su tío, para más tarde tomar el relevo en la dirección de la fábrica de Guía.

El sector azucarero entra en decadencia en Canarias y a principios del siglo XX decide emigrar nuevamente. Durante este tiempo permanece ligado a esta actividad, siendo entre 1919 y 1934 director de la fábrica azucarera y de aguardientes de Sao Felipe, Funchal, en la isla de Madeira. Será en 1936 cuando, de regreso a Gran Canaria, comienza a destilar el Ron Aldea, siguiendo el novedoso sistema de la destilación directa.

A mitad de la década de los cincuenta, la fábrica de Ron Aldea pasa a manos de otra familia, manteniendo como maestro ronero a Manuel Quevedo, pero bajo la marca de Ron del Charco. Mientras tanto, su hijo Carmelo Quevedo se traslada a La Palma, a San Andrés y Sauces, donde se asocia con Ernesto Herrera Martín, propietario del edificio donde hoy todavía se realiza la zafra de la caña, y pone en marcha la actividad. Con la marcha de ambos socios a Venezuela, se traslada a
La Palma José Manuel Quevedo, hijo de Carmelo, que prosigue la actividad. Hoy, pese a que el grueso del trabajo descansa sobre su hijo, permanece al pie del alambique supervisando todo el proceso de elaboración del Ron Aldea.

Esta es, a grandes rasgos, la historia de una saga familiar, marcada, como la inmensa mayoría de las familias canarias, por la emigración, pero que a la vez ha sabido conservar e innovar con este producto diferenciado y de una calidad singular.

La caña de azucar, materia prima indispensable para elaborar el ron. | J.R. ACFI-PRESS

Conmemoraciónw

Para la conmemoración del 75 aniversario de la fundación de Ron Aldea, José Manuel Quevedo ha preparado una edición limitada de 4.160 botellas de ron que recuerdan esta fecha. La botella del 75 aniversario contiene un ron en el que se dan la mano los dos mejores licores que producen en Puerto Espíndola: el Reserva de quince años o de familia, como también se le conoce, y el de diez años.

La diferencia entre ambos rones, según explica Quevedo, es que “el de diez años está envejecido en roble americano y el de 15 años en roble francés”. El ron del 75 aniversario es “una mezcla al 50% de los dos, combinación que ha estado tres años más en roble francés”. La botella también es especial y ha tenido que ser importada desde Francia porque no se encuentra en España.

Asimismo, acaban de participar en La Aldea de San Nicolás, en Gran Canaria, también en un homenaje, con varias conferencias sobre el ron y una exposición fotográfica. En cuanto a la isla de La Palma, la intención de José Manuel Quevedo es hacer también un acto de presentación del 75 aniversario de Ron Aldea en la Casa Salazar de Santa Cruz de La Palma, con la exposición fotográfica donde se recoge la historia de la marca. Además de un acto festivo en Puerto Espíndola.