Abreu y Alarcó inician contactos y ‘amargan’ la mayoría a Melchior

Ricardo melchior abraza al candidato a La Laguna, Fernando Clavijo, en la noche del domingo, tras conocerse los resultados. / ACFI PRESS

JESSICA MORENO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Como ya ha venido ocurriendo en las últimas elecciones, el Cabildo de Tenerife ha quedado en manos de tres partidos políticos, de las trece candidaturas que optan a su gobierno. Finalmente, aunque Coalición Canaria haya sido la fuerza más votada, obteniendo 15 consejeros (uno más que en el pasado mandato) se ha quedado a las puertas de la mayoría absoluta que estaba en 16 representantes en el salón de plenos.

Esto obligará al candidato nacionalista, Ricardo Melchior, a buscar el apoyo de otra fuerza, ya sea PSOE con siete (tres menos que en 2007) consejeros o el de los populares, que tiene 9 representantes (4 más). Finalmente, a pesar de que algunos sondeos le daban representación, la coalición Por Tenerife se quedó fuera del Gobierno insular, pese a haber obtenido 18.513 votos.

En la mañana de ayer ya los líderes de PP y PSOE, Antonio Alarcó y Aurelio Abreu habían mantenido alguna conversación para plantear un posible acuerdo que ya se perfiló, aunque sin éxito, entre estas dos formaciones en la anterior legislatura con el objetivo de trasladar a Melchior de la presidencia del Cabildo. En aquella ocasión la cosa no cuajó, ¿lo hará esta vez?

También ayer, Melchior -que obtuvo un total de 149.649 votos en la Isla- valoró los resultados obtenidos en la Corporación insular. “Estoy muy satisfecho, no cabe duda que ha sido espectacular. Hemos recibido un apoyo unánime, ya que hemos ganado en 24 de los 31 municipios”, afirmó el nacionalista. Así, destacó el apoyo en el Cabildo en comparación con el Gobierno canario y algunos ayuntamientos, y mostró su sorpresa tanto por el aumento del PP como por el descenso de los socialistas, “algo que no esperaba”.

Por su parte, Antonio Alarcó también mostró su satisfacción ante los resultados “que ponen de manifiesto un cambio en la mayoría”. La otra cara la tiene los socialistas, que aseguran tendrán que “hacer autocrítica”.