El gran pacto por Santa Cruz

Los datos de que se dispone en el momento de escribir este comentario sobre los resultados en Santa Cruz, ofrecen un aspecto de fragmentación del pleno de la corporación en el que los dos principales partidos del municipio serán Partido Popular y Coalición Canaria, según sea el recuento final de los votos.

Los resultados de las urnas, al margen de que se pueda producir algún cambio de última hora, ofrecen un panorama complejo para la gobernabilidad, donde va a ser necesario llegar a pactos y establecer consensos para conformar una mayoría de gobierno suficiente cuyo primer objetivo debería ser construir una plataforma de estabilidad en la gestión, ante los retos que se tiene que afrontar en este mandato. La etapa que se abre a partir de ahora en el Ayuntamiento de Santa Cruz es una de las más complicadas del panorama municipal canario. Quedan detrás un buen número de iniciativas y proyectos que se han visto obstaculizadas por la oposición y los movimientos en las fiscalías y juzgados y los sucesivos recursos y, por una cosa o por otra, se han perdido años de desarrollo en tiempos de crisis. El Plan General de Ordenación de Santa Cruz es uno de los grandes temas pendiente, porque la ciudad se encuentra paralizada en muchas iniciativas que necesitan de esa normativa para expandirse y crear actividad, pero viene arrastrando un cúmulo de dificultades que habrá que resolver, aunque no será nada fácil sin un pacto de gran alcance.

Otra de las cuestiones a las que tiene que enfrentarse la nueva corporación es la situación social, con un elevado número de vecinos en el paro y muchas familias que necesitan de las ayudas y servicios municipales para hacer frente a situaciones de dificultad y precariedad que no ven soluciones a corto plazo. Hay que romper la actual atmósfera y crear nuevas ilusiones y establecer metas en las que llamar a la unidad de esfuerzo de todos.

En ese sentido, la capital va a requerir de mucha generosidad y altura de miras por parte de los partidos políticos que estén representados en la nueva distribución de concejales, porque sin voluntad de sacar adelante Santa Cruz, con la aportación de todos en la medida de sus posibilidades, tanto desde las funciones de gobierno como de la tarea de la oposición, los próximos años pueden ser muy difíciles y quien sabe si decisivos para que la ciudad mantenga o pierda el peso que le corresponde en el Archipiélago. Hasta cierto punto, en el actual contexto, los concejales en este mandato van a adquirir una responsabilidad histórica, no sólo sobre lo que es, sino sobre lo que será Santa Cruz en el futuro. El “gran pacto por Santa Cruz” una vez más surge como una “idea fuerza” que llame a todas las representaciones políticas.