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El timple pierde a Agrícola Álvarez, el gran maestro tocador y artesano

   

Agrícola Álvarez, durante su último concierto, con Pedro Izquierdo. / DA

S. TOSTE | Santa Cruz de Tenerife

La música canaria suena hoy un poco más triste. Este domingo el mundo del timple perdió a una figura excepcional, que contribuyó a situar el instrumento musical por antonomasia del Archipiélago en el lugar que hoy disfruta. Agrícola Álvarez, maestro tocador y artesano; artífice, por ejemplo, del timple de siete cuerdas, falleció a los 81 años tras una larga enfermedad, pero con toda una vida de generosidad y vocación por la música.

“Él, como Totoyo Millares, o Argelio Rojas, Rojitas, fue un maestro para nosotros”, apuntó ayer a este periódico Benito Cabrera. “Por los años 50
-comentó-, formaba parte de Los Hijos de La noche, pues iba de aquí para allá dando conciertos y divulgando el timple en una época que no era fácil”. “Además -precisó-, fue un prestigioso luthier”. “Su hermano, Silvestre Álvarez, fue mi maestro, y la primera vez que actúe en Gran Canaria fue con un timple de concierto hecho por Agrícola”.

Su última actuación

La última actuación de Agrícola Álvarez tuvo lugar en diciembre, en la presentación de un disco de Pedro Izquierdo. “Tuve la suerte -apunta el timplista matancero- de disfrutar y aprender con su música; lo que hizo por el timple aún hoy muchos no lo hemos logrado: el fue de los primeros en ofrecer un concierto de timple con repertorio clásico”.

Izquierdo explica que en su álbum figura un tema, Nayara, que Álvarez dedicó a una de sus nietas. “Apenas abandonaba su casa y su taller de La Cuesta, por eso fue una satisfacción convencerlo para que participase en este trabajo”. “Además, grabamos otros temas que no figuran en Pedro Izquierdo, y entre ellos, compuso uno que le dedicó a mi hijo: Nana para Álvaro”.