X
POR ASAMBLEA DE PROFESORES DEL CONSERVATORIO SUPERIOR DE MÚSICA DE CANARIAS

Un Gobierno y dos nombres para el desastre

   

En esta época de crisis económica no se escapa a nadie que la poca formación de la población, fruto de la gestión de las políticas educativas de nuestros gobernantes, es la principal culpable de los altos índices de paro. Por tanto, la formación especializada debe ser una de las principales inversiones que puede hacer el Gobierno canario. Nos referimos a una enseñanza superior que forme especialistas.

¿Qué hace la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias al respecto? Pues todo lo contrario. El Gobierno que dirige Paulino Rivero ha puesto al mando de la Consejería de Educación a una serie de personas que, en vez de luchar por la alta cualificación de los estudiantes, se encargan de recortar plazas, número de docentes, recursos, etc. Es evidente que la educación, desde el punto de vista político, no es rentable para el Gobierno actual porque sus resultados son a medio y largo plazo, y que a este Gobierno no se le cae la cara de vergüenza por hacer emigrar a generaciones de estudiantes canarios.

No tenemos más que observar la prensa para apreciar el recorte de plazas y especialidades en todas las ramas. El recorte en la Escuela Oficial de Idiomas, en un momento en que el turismo está despuntando, nos parece aberrante. Pero esto ocurre en todos los ámbitos de la Educación que dirigen la consejera Dña. Milagros Luis y el viceconsejero D. Gonzalo Marrero.

El Conservatorio Superior de Música de Canarias también se ha visto envuelto, en esta telaraña que ha tejido el Gobierno autonómico, muy especialmente por su viceconsejero, que no ha hecho otra cosa que recortar e imponer su visión mesiánica de lo que él cree que debería ser un plan de estudios para unas enseñanzas que no comprende.

El Conservatorio Superior de Música de Canarias se creó en el año 2002, en que se convierte en un centro superior de educación musical único en Canarias. Pero no podemos olvidar que este centro surge de la unión del Conservatorio Superior de Música de Las Palmas de Gran Canaria y del Conservatorio Superior de Música de Tenerife, dos centros que llevaban muchos años en funcionamiento y con una amplia trayectoria.

Con toda la experiencia heredada de todos aquellos profesionales y con la adquirida por el cuerpo docente del CSMC, hemos logrado un centro en el que, para el curso que viene, se han preinscrito para acceder a primer curso un total de 123 aspirantes, con un alumnado que no deja de crecer, lo que demuestra la demanda social de formación especializada.

¿Cómo reacciona la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias a esta realidad? Aprovechando el necesario y esperado cambio de plan de estudios que supone la integración de la enseñanza artística superior en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior (el llamado Plan Bolonia) como excusa para imponer una Orden de implantación basada en sus ideas de recorte y con el único fin de eliminar progresivamente los estudios superiores de música de Canarias.

A pesar de las múltiples contribuciones del profesorado y el alumnado del centro y de la opinión expresada por los agentes sociales educativos que forman el Consejo Escolar de Canarias (ver el informe publicado en http://www.consejoescolarcanarias.org/apInformes/informes.asp?idc=37&pag=3 ), la Consejería de Educación hace oídos sordos y continúa con su estrategia: eliminan la especialidad de Composición de Gran Canaria, la de Pedagogía de Tenerife y la enseñanza de los instrumentos de Arpa, Acordeón, Clave y Órgano y no por falta de alumnos, porque la demanda para el próximo curso ha batido todos los récords.

Además se suprimen las enseñanzas de Musicología y Dirección que estaban implantadas en Canarias y están actualmente en muchos Conservatorios de España. Sólo hay que ver la tabla comparativa de los estudios de Grado en Música en las distintas comunidades de España para comprobar cómo en Canarias nos sentimos avergonzados de ser, una vez más, los últimos en todo, menos en paro.

Con esta propuesta, la Consejería de Educación nos deja a la cola de la educación musical de toda España, precisamente en un momento en el que hay un largo elenco de intérpretes y músicos salidos de las Islas que muestran su buen hacer artístico bajo el nombre de Canarias.

Esta Orden, hecha a espaldas de profesionales de la música y docentes del CSMC, genera además un vergonzoso plan de estudios lleno de disparates que se basa en proponer en Canarias el mínimo del mínimo legalmente establecido por ley. Mientras la norma básica establece que los planes de estudios se realicen “a propuesta de los centros”, a los docentes del CSMC únicamente nos conceden una semana para que hagamos aportaciones a un borrador que luego es sustituido por esta Orden vergonzosa, en la que por un lado se omiten las obligadas competencias y perfiles profesionales y se elude mencionar las ratios profesor/alumno, y por el otro se añade la insólita cláusula de exigir un número mínimo de matriculados para impartir una especialidad en unas condiciones que harían imposibles la mayoría de las especialidades en cualquier centro de España y Europa.

Después de meses de movilizaciones, de argumentar lo argumentable, de abrir todas las vías de diálogo, expresión y comunicación pública del desastre al que nos abocan Dña. Milagros Luis y D. Gonzalo Marrero, respectivamente firmante y proponente de la Orden, de recibir múltiples apoyos y de demostrar que las enseñanzas que se suprimen cuentan con una demanda suficiente, sólo hemos obtenido oídos sordos y la promesa de una rectificación que no es tal. Se publicó primeramente la Orden sin anexos y ahora la misma sin realizar las correcciones argumentadas perfectamente por todo el colectivo de profesores y equipo directivo de nuestra Comunidad. La Consejería ni siquiera ha sido capaz de contraargumentar y de explicar por qué se suprimen especialidades, se recortan competencias básicas, se mutilan planes de estudio hasta el absurdo y se hipoteca el futuro de la educación musical superior en Canarias por una situación coyuntural (que por otra parte, ni siquiera se reconoce públicamente).

El pasado 13 de mayo se realizó una reunión (a la que finalmente no asistió el Sr. Gonzalo Marrero) con la participación del D. Manuel Jorge, Director General de Formación Profesional y Educación de Adultos, y de la Dña. Irma Velasco, técnico de la Dirección General de Personal, los Sres. Nacho Cabrera y Manel Cabero, profesores del CSMC y los Sres. Juan Manuel Rivero y José Emilio Martín.

El Sr. Manuel Jorge se comprometió a convocar una “mesa de negociación” para solucionar los problemas que admite haberse detectado en la Orden y trabajar en la línea de acercar las posturas de la Consejería y los profesionales del CSMC, en todo lo referente a las Enseñanzas Superiores de Música. Esta convocatoria se acordó que sería inmediata (plazo de tres, cuatro días), que no debía tener carácter transitorio, a pesar de los posibles cambios en la Consejería tras las elecciones y que se haría con un compromiso por escrito. Sin embargo, a fecha de hoy aún no se ha recibido noticia alguna sobre el particular.
Está claro que ante semejante actitud de prepotencia e indiferencia de la Consejería de Educación hay que responder contundentemente.

El profesorado del CSMC luchará por conseguir todo lo que la Consejería ha robado al centro y seguirá proponiendo la voz de la experiencia, la cordura y el sentido común, frente a la imposición y la atrevida ignorancia.