SANTIAGO TOSTE | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Acaba de actuar en el Archipiélago y ya prepara su regreso. Juan Castro, Tony Tun Tun, vive la música con una pasión inusitada. El merengue es su principal seña de identidad pero, como ocurre con la música latina, la fusión corre por sus venas. Tanto, que se ha convertido en el principal secreto de una experiencia musical que le ha abierto las puertas de los escenarios de las dos orillas. En esta charla con DIARIO DE AVISOS, habla de creatividad y de madurez, de objetivos vitales y profesionales. En agosto, una gira por las siete islas se convertirá en una nueva ocasión para disfrutar de su arte.
-Compositor, intérprete, músico. ¿De qué manera desarrolla su oficio Tony Tun Tun? ¿Cómo se desarrolla ese proceso desde que surge en su mente hasta que la presenta en un escenario?
“Todo sale de forma casi automática. Proceso en mi mente lo que ando buscando. Luego entro en el estudio; trabajo, arreglo, llamo a los músicos, y así logro plasmar los colores que quiero. Es como con un producto, donde uno lo hace lo mejor que puede para que la gente lo consuma”.
-La música latina es un universo donde confluyen múltiples influencias. ¿Cómo definiría el merengue?
“El merengue es un género muy antiguo, de más de un siglo de historia. Y en todo este tiempo ha cambiado mucho. Así, por ejemplo, el merengue de los 80 no tiene mucho que ver con el que se hace ahora, se van dando muchas influencias y fusiones. En mi caso, yo trabajo con todas esas referencias y trato de obtener un sonido único, diferente. Llevo el merengue, dentro de su esencia, a otros niveles musicales, y para ello me sirvo de esa expansión hacia otros géneros”.
-Elvis Crespo, Só para Contrariar, Juan Luis Guerra… ¿De qué manera estos y otros encuentros enriquecen su música?
“Mientras pasan los años uno evoluciona. Cuando trabajas con otros compañeros compartes ideas y aprendes de todos. Cada cual trabaja de una forma diferente, y eso te permite unir conceptos que contribuyen a lograr un mejor resultado en tu trabajo. Hay un diálogo muy enriquecedor. Es como cuando un científico prepara una fórmula”.
-¿Cómo ha cambiado su manera de entender este oficio que también es arte en todos estos años?
“No es lo mismo dedicarse sólo a cantar que ser músico, compositor y productor. Con esta amplitud de disciplinas procesas la música con más entendimiento. Aunque es algo más sacrificado, asumes más responsabilidades, pero también maduras más rápido. La experiencia no se compra, se gana. Así que, a medida que uno conoce más este mundo, va siendo más preciso, más consistente en su labor”.
-Desde hace unos años asistimos a una auténtica revolución en la forma de consumir música merced a las nuevas tecnologías. Sin embargo, los conciertos son una experiencia insustituible. ¿De qué forma trabaja Tony Tun Tun sus espectáculos?
“La gente es la que te da el éxito. Y si una de mis canciones lo consigue siempre es por el público que la aceptó y la hizo suya. El que se interesa por un artista se hace una idea de lo que esa persona puede llegar a hacer ofrecer sobre la tarima. Normalmente mis shows son de mucha energía, donde la gente es parte del espectáculo: baila, canta, disfruta de los ritmos candenciosos. Siempre trato de ser bastante enérgico, y además alguien que acude a un concierto de Tony Tun Tun siempre se va a encontrar con alguna que otra sorpresa”.
-¿Y cuál es el camino que quiere recorrer de ahora en adelante? ¿Cuáles son sus inquietudes en el mundo de la música?
“Quiero seguir innovando, seguir creciendo a todos los niveles. Intentar hacer música buena, de calidad. El cielo es el único límite que me planteo en la vida y en la música, porque tengo la suerte de dedicarme a lo que más me gusta. Seguir para adelante y meterle muchas ganas. No plantearme metas”.