SANTIAGO TOSTE | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Acercarse a la música sin prejuicios. Buscar esa cierta dosis de de creatividad que hace que un tema posea encanto, lo mismo para ponernos serios ante cualquier injusticia social que para disfrutar de lo mucho de bueno que nos ofrece la vida. Algo así es lo que propone Albertucho, quien hoy actúa en Tenerife para presentar su nueva obra: Palabras del Capitán Cobarde.
-Rock andaluz y rock de autor. ¿De qué manera le sirve ese horizonte para expresar todo lo que le pasa por dentro?
“Soy sevillano y rockero, y eso se traduce en lo que quiero decir ante un público y en la manera que tengo de escribir canciones. Pero no hago ningún estilo en concreto; parto de lo que oigo y me gusta en cada momento de mi vida. Desde Dylan hasta The Strokes: es un campo abierto”.
-Palabras del capitán cobarde es su cuarto trabajo, ¿en qué ha cambiado el artista que se dio a conocer con Que se callen los profetas?
“Grabé mi primer disco con 17 años, y entonces estaba apegado a la música que tenía más cerca, Pata Negra, Kiko Veneno, el rock andaluz o Extremoduro. Luego aprendes en el escenario y conoces otras cosas. Ahora, por ejemplo, hago más folk. Todo es un camino de aprendizaje, de mirar a los más grandes, que se refleja en cada nuevo disco que hago”.
-Ante un fenómeno como el Movimiento 15-M, ¿cree que la gente ha decidido buscar sus propios mensajes, en la música, en la movilización, en el arte, para desechar de alguna forma los precocinados de la clase política?
“Los jóvenes estamos quemados de no sentirnos representados por esa generación que ya no es la nuestra. Quienes han crecido en democracia están desencantados con la clase política. Y este nuevo movimiento lo que busca es defender más al individuo que al ideal político. De hecho, he estado en Sevilla con todos estos chavales, y he podido vivir desde dentro esta experiencia, que me parece muy honesta, con gente muy capaz, que ve que la evolución de la sociedad se ha quedado estancada en cuanto a alternativas de pensamiento”.
-¿Y cuáles son las cuestiones que más le preocupan a usted? ¿Qué le merece más atención y le lleva a componer un tema?
“Las canciones son libres: un día escribes una porque no te apetece fregar los platos y otro, sin embargo, la haces sobre la Guerra Civil. Te puedes mover desde lo superficial a lo más puro y comprometido. Se trata de buscarle el encanto. Por ahora cada canción de mis discos habla de una cosa diferente, pero también me gustan obras conceptuales, desde Serrat a Pink Floyd, y no descarto hacer eso algún día”.
-Triana, Tom Waits, Dylan, Silvio o el escritor Charles Bukowsky… ¿Qué otros mimbres conforman su universo de referencias?
“La literatura me apasiona, pero, como buen flojo que soy, siempre me tiene que sacar una sonrisa. Por eso estoy todo el día pegado a Bukowsky, a John Kennedy Toole, a Miguel Hernández y el resto de la generación del 27, a la propia Generación Beat…”.
-¿Qué puede esperar quien decida ir a uno de sus conciertos?
“Un espectáculo ecléctico. Empezamos con swing; tocamos una rumba rockera a lo Pata Negra y llegamos al jazz más lento y a Tom Waits. En definitiva, se trata de un gazpacho con todo lo que soy y me gusta”.