NICOLÁS DORTA | GUIA DE ISORA
En los debates sobre el origen de la vida, el Universo y sus límites, el ser humano se encuentra en ocasiones con la fe cuando no halla respuestas a las preguntas que la propia ciencia despierta. Pero la existencia de esa fuerza divina a la que llamamos Dios no debe “entorpecer” el avance de las investigaciones en las cuestiones que plantea la observación de las estrellas y los elementos que hacen posible la vida. Es más, fe y razón deben y pueden estar separados. En un interesante encuentro con la prensa, el Premio Nobel de Medicina Jack Szostak afirmó ayer en este sentido que el ser humano “no necesita de supersticiones para entender el Universo”, aunque suela recurrir a explicaciones “supra-naturales” para encontrar respuestas a los misterios que se presentan.
Szostak estuvo acompañado por Robert Williams, presidente del International Astronomical Union y pionero del Campo Profundo del Hubble, una de las observaciones del Universo más lejanas y con mejor visibilidad que ha realizado el hombre. Ambos científicos coincidieron en que la gente debe entender que cuando se presentan interrogantes en los orígenes de la vida “no hay que buscar respuestas por lo que nos digan, por la creencia”, sino en la “investigación de hechos concretos”. Williams siguió las palabras de su colega, afirmando que los fenómenos desconocidos fuera y dentro de la tierra tarde o temprano “tendrán explicación” basada en la experimentación. Así, el papel de la ciencia es “aprender de los fenómenos” y lo que en el pasado era superstición ahora “puede tener una explicación basada en las leyes naturales”. Por eso, Williams insiste en que hace cien años “no se pensaba que podíamos saber ciertas cosas que ahora sabemos”.
Me encantaría saber si existe vida ahí fuera, pero hay que ir paso a paso”
El debate entre la fe y la razón, para estos científicos sigue estando presente, de hecho Williams confesó haber entrado y salido de la existencia de Dios “varias veces”, comentó el presidente del International Astronomical Union.
“Hay científicos muy válidos, que creen en la existencia de Dios”, indicó Jack Szostak, a quien le resulta “algo chocante”, y por ello prefiere “dar valor no tanto a lo que piensa una persona sino a lo que intenta hacer”. Sobre el origen del Universo y si estamos solos o no, aseguran ambos que queda “mucho por hacer”. “Me encantaría saber si existe vida ahí fuera pero hay que ir paso a paso”, dijo Szostak.
Potencial individual
Los expertos coincidieron que la ciencia, como la música y otras artes, tiene mucho de “potencial individual”. La curiosidad por conocer va más allá de las meras necesidades básicas del hombre, y es precisamente esa búsqueda la que nos hace tener un sentido en la existencia. Sobre observar las estrellas para conocer mejor la vida, tanto Szostak como Williams afirman que el hombre necesita “libertad para realizar su potencial individual”. “Podríamos vivir en una cárcel, comer, dormir, pero quién quiere estar ahí, supongo que nadie”, afirmó Robert Williams, añadiendo que en nuestra sociedad “la realización del potencial humano muchas veces no se tiene en cuenta”.
Por otra parte, tanto Szostak como Williams coinciden en que la ciencia no tiene “ni idea” de qué había antes del Big Bang. En este sentido, “sólo podemos investigar cosas basadas en hechos que sabemos que pasaron, porque se demuestran” explicaron. Sobre antes de esta explosión “no podemos demostrar hechos” aunque “si mantenemos el ritmo de descubrimientos de aquí a un siglo tendremos respuesta al estado de las cosas antes del Big Bang”, dijo Williams. Para Szostak, no nos ayuda pensar “si la vida comenzó en uno u otro sitio”, sino es preciso “volver a La Tierra”. Si se logra entender el mecanismo químico de la evolución, se podría ver cómo empezó la vida, pero es un asunto complejo porque “la vida tiene muchos medios y modos para adaptarse”, añadió.
Estos científicos participan en el ciclo de conferencias ¡Descubre el cosmos y cambia el mundo!. El viernes, acudirán al 50 aniversario de vuelo Vostok 1, con el que Yuri Gagarin conquistó el espacio por primera vez.