EL MEGÁFONO > LOS ROQUES DE FASNIA (I)

“Antes del Bahía sólo había seis o siete casas”

Antonio Tejera vivió el esplendor de los apartamentos Bahía. | S. M.

N. CH. | FASNIA

Antonio Tejera Rodríguez lleva casi toda su vida en Los Roques, aunque desde los veinte años trabajó de camionero en Santa Cruz y ahora, jubilado, pasa sus años entre la costa y los altos de Fasnia, donde tiene una pequeña finca.

No se considera un personaje significativo del barrio, “sino un viejo”, pero le gusta recordar que conoce Los Roques desde que en 1964 se construyeron los apartamentos Bahía, que, según él, fueron los que “dieron vida a este pueblo”, porque hasta entonces en Los Roques sólo había “seis o siete casas de pescadores y de gente que venía a pasar los fines de semana a la playa”, afirma Antonio, que reconoce que “mi padre si era un gran pescador, sobre todo en el roque de fuera pero yo no pescaba nada”. Recuerda que ahora “la pesca está muy mal”, y echa la culpa “a la falta de musgo y a los residuos del polígono industrial de Güímar”, antes que a “la presencia de erizos, como dicen algunos”.

Antonio, a quien se le iluminan sus pequeños ojos cuando lo invitamos a recordar el pasado, reconoce que “antes se vivía más tranquilo, pero no hay que comparar: ahora hay más comodidad”, relata un fasniero que aún recuerda como en la playa de Los Roques, en la llamada cueva de la sal, se almacenaban las papas para trasladarlas en el barco Amelia hasta Las Palmas e intercambiarlas por sal.

Antonio tiene dos hijos, uno en Santa Cruz y otro en Candelaria, a quienes les encanta venir los fines de semana a Los Roques, entre otras cosas “para estar conmigo, porque de verdad aquí las diversiones son pocas”, señala Antonio, quien pasa mucho tiempo “viendo la tele y leyen-do”, porque “ya no puedo caminar como antes”.

Hay pocas actividades, salvo las que tiene el Centro Cultural, de reciente inauguración, en el que puso su empeño el anterior alcalde. Todavía se ve escasa vida, entre otros motivos porque en el barrio apenas hay vida social, como también reconoce Jesús Álvarez Hernández, presidente de la Asociación de Vecinos y recién reelegido, después de cinco años, en el cargo.
Una escasa actividad que tiene su base, según Antonio Tejera, en que apenas “son cuatro del pueblo los que vivimos en los apartamentos Bahía, porque el resto son de fuera o vienen los fines de semana”.

Reconoce que se ha hecho mucho daño a la zona con el precinto de varias casas en la playa de Los Roques -las más antiguas del barrio, como las de su suegra- y el propio cierre, ya levantado, de la playa del Abrigo, aunque a él, pese a ese abandono, de “Los Roques me gusta todo, por eso paso tanto tiempo aquí”.