CARLOS BAÑOS > PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE AFECTADOS POR EMBARGOS Y SUBASTAS

“Es un drama social perder la vivienda y quedarte con una deuda impagable”

El presidente de Afes, Carlos Baños
El presidente de Afes, Carlos Baños. / FRAN PALLERO

YAZMINA ROZAS | SANTA CRUZ DE TENERIFE

La crisis económica ha traído consigo un espectacular aumento del número de personas en situación de desempleo en Canarias. Esto ha provocado que muchas familias se encuentren en graves problemas para afrontar el pago de la hipoteca de sus casas y se tengan que enfrentar al embargo de sus hogares. Carlos Baños es el presidente de la Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (Afes), que acaba de desembarcar en las Islas con el objetivo de ofrecer su ayuda a todos los canarios que se hallen en esta situación. La asociación acaba de abrir una sede en Las Palmas de Gran Canaria y prevé abrir en breve otra en Tenerife.

-Desde la asociación afirmaron recientemente que más de 28.000 familias canarias perderán su vivienda en los próximos cinco años por impago hipotecario. ¿Esta cifra está por debajo o por encima de la media nacional?

“Por desgracia está por encima. Esta cifra de 28.000 familias, que son datos del Consejo General del Poder Judicial, supone aproximadamente una tasa en las Islas de 133 familias afectadas por cada 10.000 habitantes. La media en el conjunto de autonomías es de unas 74 familias por cada 10.000 habitantes, con lo que Canarias está prácticamente a la cola, solo superada por Murcia, con una tasa de 233 familias. Si estas 28.000 familias no logran ninguna solución se va a generar una bolsa de marginalidad terrible”.

-Esta importante diferencia respecto a la media nacional ¿se debe a que la crisis está incidiendo especialmente en Canarias?

“Creemos que sí. Este índice de la mora hipotecaria está directamente relacionado con la tasa de paro, y en Canarias hay más de 254.000 desempleados. El verdadero motivo por el que la gente está dejando de pagar las hipotecas es el paro”.

-¿Por eso han decidido implantarse aquí en las Islas?

“Después de haber estar trabajando dos años y medio en Madrid y de adquirir una experiencia suficiente como para poder encontrar alternativas reales y ver que nuestro modelo funcionaba, decidimos intentar exportarlo. Estudiamos cuales eran los índices de todas las comunidades y entendimos que en Canarias y Murcia era donde nos teníamos que implantar. El pasado martes inauguramos la sede en Las Palmas de Gran Canaria y estamos viendo a ver si alcanzamos algún tipo de acuerdo con alguien que nos quiera echar una mano para abrir otra en Tenerife. Esperamos abrir a lo largo del verano”.

-¿Qué es lo que se ofrece desde la asociación?, ¿cómo trabaja?

“Lo primero que hacemos desde la asociación es escuchar porque las personas que están en esta situación están llenas de incertidumbres y ansiedades por su futuro. Un problema como este desestructura absolutamente una familia. La segunda labor es explicarles qué es un procedimiento de ejecución hipotecaria porque hay muchos mitos alrededor. Hay que explicarles a qué se enfrentan realmente y que van a perder su casa si no pagan la hipoteca. Y, posteriormente, analizamos cada uno de los casos y vemos las posibilidades que hay. Nosotros muchas veces decimos que lo importante no es tanto perder la vivienda sino cuándo y cómo, porque el gran drama social es que al final la pierda y se quede con una deuda. Nosotros apostamos decididamente por la mediación como modelo de resolución del conflicto, porque a los bancos tampoco les interesa quedarse las casas y convertirse en las mayores inmobiliarias de este país. Nos dirigimos a las entidades para explicarles los casos y qué es lo que creemos que puede ser una alternativa y les pedimos una actitud positiva hacia la resolución del conflicto. Esperamos que muestren la solidaridad necesaria para este tipo de casos, pero muchas veces es incompatible con los procedimientos de las entidades bancarias”.

-¿Prevén que el número de familias afectadas por la mora hipotecaria seguirá creciendo o ya ha alcanzado su máximo?

“Esperamos un repunte significativo en el primer semestre de 2012, o en el tercer trimestre como muy lejos, que vendrá provocado por las primeras refinanciaciones que se hicieron cuando entramos en la crisis. Cuando en 2008 estalló la burbuja inmobiliaria, los bancos refinanciaron esa mora, pero tres años después la situación no está mejor y ese es el motivo por el que creemos que en 2012 habrá un repunte, y a partir de ahí esperamos que la cifra vaya bajando”.

-¿Qué recomiendan a una familia que se encuentre ante la imposibilidad de pagar su hipoteca?

“Lo primero, que acudan a su banco y le cuenten su caso y le pidan alternativas, porque si las dos partes llegan a un acuerdo el problema ya estaría solucionado. Si esto no es posible, que se acerquen a nuestra asociación y nosotros intentaremos ese acercamiento con el banco. Pero tienen que saber que no hay soluciones mágicas y que si no pagan la hipoteca van a perder seguro la casa, lo importante es cómo y cuándo. O perderla en el máximo tiempo posible para intentar no incurrir en unos gastos complementarios o que la pierdan pero que no les quede esa deuda que les va a llevar a entrar de lleno en la economía sumergida. Pero es imposible encontrar una alternativa para todos”.

-¿Cuál es la resolución más positiva y cuál es la peor en estos casos?

“Lo peor de todo es quedarte sin casa y con una deuda que consideres impagable para el resto de tu vida y, sobre todo, cuando no tienes capacidad de reinventarte.  Esto le pasa a un chico de 25-30 años y tiene una larga vida para reinventarse, pero le pasa a un persona de 55 y la sociedad no le va a dar margen para hacerlo. Hay otra situación complejísima que es la de los avalistas. Todos tenemos un padre o un hermano que nos echó una mano a la hora de comprarnos la casa y a lo mejor ahora ellos también pueden perder la suya, y esa es una situación muy dura porque eso sí que desestructura completamente a una familia. Dentro de los afectados, la escala más positiva es que pierdas tu casa pero que no tengas un euro de deuda, incluso que puedas volver a pedir un crédito porque no estás en ninguna lista de morosos. Sería un éxito que la gente que no pueda pagar la hipoteca pueda rehacer su vida”.

-¿Se han encontrado con algún modelo de perfil de familia afectada por la mora hipotecaria?

“Tenemos cuatro perfiles que se reproducen en casi todos los lugares. El primero de ellos es el español de entre 30 y 50 años que compró su primera residencia o se cambió a una mejor en el momento álgido del boom económico. El segundo es el del inmigrante que llevaba unos años en el país y, por la gran facilidad de acceso al crédito, decide comprarse una casa. Estos fueron los primeros afectados por la crisis. El tercer perfil es el de los avalistas, y el cuarto es el de los pequeños y medianos empresarios. Con el inicio de la crisis económica se restringe el acceso al crédito y para que este recorte no causara el cierre de sus negocios pusieron su patrimonio a disposición de las entidades financieras para avalar las operaciones de sus empresas”.