SUSANA NASSER | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Leo es un chico de 25 años que ejerce de cocinero en la plaza de La Candelaria. Su presencia en la acampada de la capital tiene que ver con la lucha por el futuro de sus dos hijos.
-¿Desde cuándo estás aquí?
“Aproximadamente desde hace 10 días”.
-¿Qué significado tiene este movimiento para ti?
“Un cambio no tanto para nosotros, porque, aunque yo tengo 25 años, lo estoy haciendo por mis hijos, que tengo dos. Quiero que tengan en un futuro una democracia real. Tenemos entendido que nos manipulan. Queremos luchar un poco por cambiar nuestras cosas. Queremos que se haga lo que el pueblo quiere”.
-¿Cómo explicarías la libertad?
“La libertad siempre está compuesta por el pueblo, que nosotros podamos hacer lo que queramos siempre y cuando respetemos unas leyes que hemos compuesto todo el pueblo. Que la economía no sea de cuatro personas, sino del pueblo. Que todo sea un conjunto del pueblo. El pueblo tendría que estar unido, no dividido como ahora. Se ha generado mucho individualismo. Si pensáramos un poco más en común, seguramente la cosa iría algo mejor”.
-¿Qué opinas acerca de que esta idea esté representada por muchas personas en distintas partes?
“Este movimiento no somos sólo nosotros, los de Tenerife. Este movimiento es mundial. Estamos en España, Europa, América. Es para todos. Luchamos con todo el mundo. Yo tengo mi casa en La Laguna. Si yo no pensara que el sistema estuviera fallando, no estaría aquí”.
-¿A qué se debe tu indignación?
“A la situación actual. Nosotros antes éramos como un perrito con collar y atado, y lo diferente de hoy es que han cambiado el nombre de dictadura por democracia. Ya no se nos está engañando a nosotros, sino a un pasado, a un presente y a un futuro. Nosotros queremos que el futuro sea del pueblo”.
-¿Crees que el movimiento servirá para algo en un futuro?
“Sí”.
-¿Te dedicas a algo aquí?
“Bueno, como soy cocinero, me encargo de la cocina aquí, en la acampada del 15-M. Aquí llevamos la igualdad; llevamos una comida de igualdad. Te pongo el ejemplo de la cocina. Haces distintos tipos de comida, ya sea vegetariana, carnívora…, en función de los gustos que tienen las personas. Llevamos una igualdad para todos, y yo creo que el sistema tiene que ser así. Adaptarse a las personas. Porque, por ejemplo, a nosotros nos han impuesto el tranvía, y es un estorbo. Han dicho que habría menos tráfico, que llegarías antes a casa, pero yo mismo, si voy a La Laguna, tardo 45 minutos, y si cojo la guagua número 015, tardo 20 minutos. Creo que es una decisión en la que el pueblo tenía que haber participado. Hay muchas leyes que nos han impuesto”.
-¿Por qué crees que se ha tardado tanto en realizar algo diferente para tratar de cambiar la situación actual?
“A día de hoy estamos informando a la gente. Hay mucha gente que sigue viviendo en el capitalismo y no ha abierto los ojos. Desde pequeños, nos han criado en una sociedad en la que el dinero es lo primordial. Y esas personas tienen miedo. Ante el miedo, pocas personas reaccionan. Seguramente esto llevará mucho tiempo. Yo me enteré una semana y media después de haberse montado esta acampada. Siempre he querido luchar por esto. Yo soy libre”.