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Aprobación inicial del Plan de Prevención de Riesgos

   

Los problemas con los cauces de barrancos han provocado en la Isla graves destrozos. | DA

JESSICA MORENO| SANTA CRUZ DE TENERIFE

La desembocadura de algunos barrancos de Santa Cruz de Tenerife o de Güímar, o el área de influencia de la TF-1 entre Arona y Granadilla son algunas de las zonas identificadas en el Plan Territorial Especial de Ordenación de Prevención de Riesgos de Tenerife, precisamente en el aspecto hidrológico. Así lo recoge el citado documento, el cual está aprobado en su fase inicial, como publicó ayer el Boletín Oficial de Canarias.

El Plan refleja que “por lo que respecta al riesgo hidrológico, la escala y el enfoque de los análisis realizados dentro no permite llegar al nivel de detalle suficiente como para zonificar con precisión pero si para proponer medidas específicas que permitan la prevención y gestión de este riesgo que serán implementadas en la medida que el Plan de Avenidas u otros similares lleguen a zonificar con precisión dichas áreas”.

Pese a esto, sí que identifica determinadas zonas “en las que la situación actual, de acuerdo con los datos de que se dispone del registro de avenidas y de eventos de lluvias torrenciales acaecidas durante las últimas décadas, necesita de estudios más detallados y medidas correctivas con el fin de evitar que a corto y medio plazo el nivel de daños sobre la propiedad y las infraestructuras se mantengan en los niveles actuales”.

Entre las zonas clave identificadas se encuentra Santa Cruz de Tenerife en las zonas más próximas a la desembocadura de los barrancos que transcurren por las áreas urbanas de la capital, el tramo bajo de los barrancos de Badajoz, el Agua y el Fregenal en Güímar, el área de influencia de la TF-1 entre los términos de Granadilla y Arona, en las que resulta habitual el anegamiento, y las zonas turísticas del Sur de la isla y La Laguna, “donde el relieve favorece la inundabili-dad”.

El citado Plan recoge, además, que “los riesgos catastróficos cíclicamente vividos en las Islas por la inadecuada edificación, urbanización y ejecución de infraestructuras, pueden ser en parte prevenidos con el cumplimiento intenso de las obligaciones legales de deslindar los cauces públicos y de redactar las normas de explotación y los planes de seguridad y emergencia de las presas canarias”. Además, su-giere algunas medidas correctoras como derivación de caudales, reforestaciones y la mejora de los drenajes, entre otras.