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El acusado por asesinato en Los Realejos dice que lo inculpan por despecho

   

Descripción de las heridas que sufrió la víctima. | SUJA / DA

ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife

“Yo no he matado a nadie, soy inocente”. Así lo manifestó el lunes en la primera sesión del juicio con jurado, que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, M.M. Ch., acusado de la muerte violenta de Q.B, quien falleció tras recibir 16 puñaladas y varios golpes el 8 de enero de 2007 en una vivienda del barrio de El Toscal (Los Realejos).

En su declaración, cuyos argumentos exculpatorios diferían de anteriores testimonios, según la fiscal del Estado, que pide para el procesado 18 años de prisión, M.M.Ch. clamó por su inocencia y afirmó que ni siquiera se encontraba el día de autos en el lugar de los hechos -la casa del fallecido-.

En su defensa apuntó que O.C.R., quien presenció los hechos y con la que reconoce haber mantenido una relación por aquellas fechas, le inculpó del asesinato tras chantajearlo para que retomaran la relación amorosa, que él rehusó.

Drogas

El acusado reconoció, asimismo, haber acudido al domicilio del fallecido, acompañado de la citada joven, la tarde-noche del 7 de enero, para adquirir y consumir estupefacientes, “dado que la víctima era camello, y O.C.R. era la intermediaria que les había puesto en contacto”, según afirmó M.M.Ch. Por su parte, O.C.R., la exnovia del sospechoso, profirió un discurso nervioso y contradictorio, donde negó cualquier relación del fallecido con el mundo de las drogas y reiteró la inculpación de M.M.Ch. Negó también haber acompañado al acusado a casa de la víctima, con quien “había quedado a solas porque eran amigos”.

Omisión del deber de socorro

O.C.R., que no tiene antecedentes penales, mantiene que en la madrugada del 8 de enero de 2007, M.M.Ch. “entró en el domicilio de la víctima y comenzó a darle golpes”. Añadió que se puso muy nerviosa y que vio mucha sangre, pero ningún arma”. La joven, que está acusada de omisión del deber de socorro, al huir del escenario del crimen, no solicitó auxilio médico ni informó del suceso a las autoridades, según el texto de la Fiscalía. Fue localizada varios meses después a raíz del rastreo del teléfono del fallecido.

[apunte]

Por la espalda y a una víctima bebida

TINERFE FUMERO | Fumero Santa Cruz de Tenerife

Fue un ataque brutal, a golpes y a cuchilladas, cometido por la espalda contra un hombre que se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Es el resumen del crimen cometido en El Toscal (Los Realejos), en enero de 2007, y que desde ayer se juzga en la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Según se recoge en el escrito de conclusiones de la Fiscalía, los hechos se desencadenaron en la madrugada del 8 de enero de aquel año, cuando el ahora acusado habría llamado a la puerta de la vivienda de la víctima.

Tras acceder a la misma al abrirle su expareja, que se encontraba en el lugar, el acusado se habría abalanzado cobre su víctima, “embistiéndole desde atrás, sin que pudiera defenderse por la sorpresa del ataque y porque se encontraba bajo los efectos de la previa ingesta de bebidas alcohólicas (lo cual mermaba de manera muy importante su capacidad de reacción), haciéndole caer al suelo mientras le golpeaba con puños y patadas y le asestaba diversas puñaladas”.

Sobre las armas con las que se abría cometido tan horrendo crimen, las conclusiones de la Fiscalía señalan a un “objeto inciso-punzante de doble hoja en paralelo, una con borde cortante de unos 17 mm de ancho aproximadamente, y la otra formada por un objeto romo de unos 14 mm de ancho aproximadamente”.

En total, el ataque causó a la víctima hasta 16 heridas punzantes de distinta consideración (ver infografía), así como numerosos hematomas repartidos por todo el cuerpo de la víctima.

En cuanto a los efectos de las puñaladas , el escrito apunta a que, entre otras partes de su anatomía, afectaron a “su pulmón izquierdo, dando lugar a una hemorragia interna y externa a nivel torácico y neumotórax”. Como lamentablemente no pudo ser de otra manera, estas heridas provocaron “una pérdida de sangre que condujo a un shock hipovolémico severo que llevó a la muerte de la víctima sobre las 5.30 horas del 8 de enero”.

La fiscal, que se fundamenta en los análisis forenses, destaca igualmente el hecho de que el cuerpo de la víctima no presenta señales propios de un comportamiento defensivo. El juicio proseguirá a lo largo de esta semana, para que el viernes, previsiblemente, quede visto para sentencia. Al principal acusado se le pide el abono de una indemnización de 200.000 euros, a la mujer se le acusa por un delito de omisión de socorro, con una solicitud de pena de 10 meses de cárcel.