EFE | Bruselas
El comisario europeo de EnergÃa, Günther Oettinger, criticó hoy la rapidez en las pruebas de resistencia a las centrales nucleares, en referencia a los paÃses que ya han dado por concluida la evaluación a escala nacional.
“Hay que hacer las cosas bien”, sostuvo Oettinger en una conferencia con los reguladores nacionales de energÃa nuclear.
“Me ha sorprendido la rapidez con que se han llevado estos test de estrés en algunos paÃses, en el espacio de cinco o seis semanas”, añadió sin precisar cuáles.
Fuentes comunitarias explicaron que paÃses como Alemania y Reino Unido ya dieron por concluida la revisión de seguridad de las centrales incluso antes de que se acordasen los criterios de las pruebas a escala europea, pero confiaron en que los gobiernos de esos paÃses adapten su análisis a los requisitos de la UE en los próximos meses.
España, que estuvo representada en el encuentro por la presidenta del Consejo Seguridad Nuclear, Carmen MartÃnez Ten, ya ha iniciado las pruebas, pero no prevé concluirlas hasta finales de año, si bien se enviará un informe intermedio al Ejecutivo de la UE el 15 de septiembre.
MartÃnez Ten aclaró en rueda de prensa que el formato de las pruebas en España “es el mismo que el de todos los demás paÃses” e incluye aspectos como la resistencia sÃsmica, inundaciones y pérdida de suministro eléctrico.
Los operadores de las plantas españolas tienen hasta el próximo 31 de octubre para remitir sus conclusiones, tras lo cual el regulador nacional tendrá hasta finales de año para elaborar su informe y transmitirlo al Gobierno, que a su vez lo hará llegar a Bruselas, confirmaron fuentes del CSN.
Oettinger explicó que después del desastre nuclear de Fukushima (Japón) ha crecido la reticencia de la opinión pública acerca de la energÃa nuclear, por lo que existe una necesidad de “objetividad” en los llamados “test de estrés”.
“Con más de 140 centrales en Europa, con estas expectativas de los ciudadanos y esa necesidad de objetividad, no se puede responder con esas pruebas tan expeditivas”, recalcó.
El comisario recordó que la evaluación acordada a escala europea implica tres niveles de control: uno de parte de los propios operadores de las centrales, otro de los reguladores nacionales de seguridad nuclear y un último a escala europea.
Una vez que la CE reciba toda la información enviará un informe al Parlamento Europeo, al Consejo de la UE y a los jefes de Estado o de Gobierno en diciembre.
Estas pruebas, que tienen carácter voluntario, fueron acordadas en mayo tras lo ocurrido en octubre para comprobar si las plantas europeas están preparadas para resistir catástrofes naturales y de origen humano, aunque factores como el terrorismo quedarán fuera de la revisión por tratarse de una cuestión de seguridad interior que debe ser estudiada aparte.