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LA PALMA >

El Consejo Insular de Aguas compra terrenos en las fincas afectadas por el embalse

   

Aún está pendiente el proyecto de reparación del embalse, donde se sigue limpiando la galería. | DA

EUGENIA PAIZ | Barlovento

Los agricultores afectados por la rotura de la Laguna de Barlovento, que devastó gran parte de sus fincas y que provocó cuantiosas pérdidas económicas, han dado marcha atrás en su intención de interponer una demanda de responsabilidad civil contra el Consejo Insular de Aguas y contra el Cabildo palmero.

La decisión se ha tomado después de la reunión que algunos de los afectados mantuvieron días atrás con la presidenta de la corporación insular, Guadalupe González Taño y varios técnicos del Consejo Insular de Aguas, que ya han comenzado las primeras obras de reparación en las fincas más cercanas a la desembocadura del barranco de La Gata, y que comunicaron la decisión de “comprar” algunos tramos de las fincas próximas al cauce para evitar los mismo inconvenientes en el hipotético caso de que el barranco volviera a correr.

Así lo confirmaron los agricultores y la propia presidenta del Cabildo, que se mostró satisfecha por el cambio de postura de los propietarios dado que “han comprendido que había unos tiempos que cumplir y desde luego nosotros hemos estado trabajando desde el primer día por la recuperación de las fincas”.

Mientras, el otro frente abierto para el Cabildo se centra en la redacción del proyecto de reparación de la Laguna de Barlovento, que entre otras intervenciones contemplará la restauración de la galería, donde “todavía se siguen haciendo trabajos de limpieza, lo que nos está retrasando en el proyecto, pero que estimamos que terminarán pronto”.

La presidenta del Cabildo se mostró “tranquila” sobre la financiación necesaria, unos 8,7 millones de euros, para la reparación del embalse, dado que “se trata de una obra de urgencia para la que tanto el Gobierno de Canarias como el Estado cuentan con fondos para asumir”.

Expresó su confianza en que no haya problemas en base a “la buena voluntad que desde el principio ha tenido el Ministerio de Medio Ambiente sobre este tema y el conocimiento que tienen de la importancia de esta balsa, a la que se incorporarán en esa obra mecanismo de control que son necesarios”.

La rotura de la balsa puso de manifiesto la necesidad de instalar un sistema de control eficaz que permita calibrar con exactitud la importancia de las pérdidas de agua en caso de avería.