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FESTIVAL STARMUS > TERCERA JORNADA

El GTC acogió ’108 minutos’ de debate para la historia

   

La mesa redonda se llevó a cabo en el interior del Gran Telescopio Canarias. | MAX ALEXANDER

DIARIO DE AVISOS | Garafía

La mesa redonda 108 minutos, que se celebró ayer en el Gran Telescopio Canarias, pasará sin duda a la historia por las personalidades que en ella han participado: los premios Nobel Jack Szostak y George Smoot, los investigadores Richard Dawkins, Brian May y Jill Tarter, el astronauta Neil Armstrong, el cosmonauta Alexei Leonov y el astrofísico del IAC y director de Starmus, Garik Israelian. La charla fue moderada por el editor de la revista científica Nature, Leslie Sage y presentada por Francisco Sánchez, director del Instituto de Astrofísica de Canarias.

“Lo que se discuta aquí hoy será un ejemplo de humanidad positiva y pura universalidad”. Con estas palabras abría Francisco Sánchez esta mesa redonda que ha tenido una duración de 108 minutos, en homenaje al tiempo que pasó Yuri Gagarin en órbita en el vuelo Vostok 1 del 12 de abril de 1961, con el que el cosmonauta conquistó el espacio por primera vez.

El astronauta Neil Armstrong explicó la necesidad de la conquista y exploración espacial recordando que lo trabajos de Kepler han permitido a Newton formular sus leyes, que iban a conducir al desarrollo de tecnologías que permitieron la eclosión de la revolución industrial y que cambiaron el mundo. Desde esta perspectiva, ha declarado con emoción que participar en este encuentro en el GTC “le hacía su mundo más pequeño”.

Leslie Sage, moderador de la mesa, subrayó que ya no se planteaba nuevos viajes a la luna y preguntó por la reactivación de un programa de colonización lunar. Armstrong señaló que los recursos tecnológicos actuales lo permitirían y Leonov indicó que se podría pensar en una base similar a la que existe actualmente en la Antártida. Sin embargo, ambos lamentaron que no se haya seguido el programa espacial en esta dirección.

Asimismo, recordaron que el alto coste de estas expediciones y la inversión cada vez más grande en robótica han ralentizado la puesta en marcha de programas de colonización espacial a mediano plazo. Si bien Jack Szostak confió en la robótica para la exploración espacial, Leonov insistió en que sin el brazo de un humano el telescopio de Hubble nunca se hubiera podido arreglar.