X
SUCESOS >

Encuentran vivos en un pozo a los niños desaparecidos el domingo en Madrid

   

EUROPA PRESS | Torrelaguna

Agentes de la Guardia Civil han encontrado vivos y en aparente buen estado de salud en un pozo de Algete (Madrid) este martes a los niños de Torrelaguna desaparecidos el domingo. Los niños sólo tienen leves magulladuras y cortes producidos por la caída.

Los sanitarios del Summa que se han trasladado al lugar han comprobado que presentan varias contusiones, ninguna de gravedad y su estado de salud es bueno. Han sido trasladados al Hospital de La Paz para una observación más detallada.

Una vez se tranquilicen, descansen y sean curados por los médicos, la Guardia Civil hablará con ellos para conocer las circunstancias de lo ocurrido. La Benemérita ha abierto una investigación para clarificar el caso.

El hallazgo se produjo pasado el mediodía cuando un transeúnte llamó a la Policía comunicando que había encontrado a dos niños en un pozo de Algete situado en la urbanización Valderrey, situado entre éste localidad y Fuente el Saz del Jarama, a unos 30 kilómetros de su domicilio en Torrelaguna. El lugar del hallazgo está situado a cerca de una casa unifamiliar, próxima a su vez a la urbanización y a la carretera que las localidades anteriormente citadas.

El pozo tiene entre 10 y 15 metros de altura, metro y medio de diámetro y algo de agua, que no llegaba a cubrir sus pequeños cuerpos. Durante el rescate, los Bomberos han animado a los niños con gestos y palabras cariñosas e infantiles para que no se asustaran.

Desde hace dos días, la Guardia Civil y vecinos han organizado varias batida de búsqueda por la zona para localizar a los dos niños, de 8 y 10 años de edad. Su madre, de nacionalidad rumana, había pedido insistentemente colaboración ciudadana para intentar dar con su paradero. La voz de de alarma la dieron el domingo sobre las 19 horas, cuando los niños no aparecieron por casa.

Rápidamente, decenas de vecinos realizaron una primera búsqueda por “todo el pueblo” y “los campos” aledaños junto a la Policía y gritando sus nombres: Florín, el pequeño de ocho años de edad, y Andrea, de diez años de edad, pero “nadie contestó”.