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Escepticismo en Las Chumberas

   

Varios vecinos de Las Chumberas pasan la mañana cerca de un estanco . | FRAN PALLERO

J. F. JURADO | La Laguna

Después de tanto tiempo de espera y sucesivas promesas, entre los vecinos de Las Chumberas sigue imperando el escepticismo. Ni siquiera el compromiso personal reiterado el miércoles por el presidente Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados, ha logrado disipar las dudas de los ciudadanos de la zona respecto al futuro del barrio y las razones por las que se ha decidido llevar a cabo su reposición integral.

“Hasta que no veamos que el acuerdo se firma y ponen el dinero sobre la mesa, nos hay razones para creerle. Todo sabemos cómo es la política”, dice uno de los afectados por la aluminosis y las humedades en su vivienda. Su casa, como la de otros muchos inquilinos de Las Chumberas, está llena de puntuales y en cualquier momento puede verse obligado a abandonarla. No sería el primer caso. Ya son varias las familias que han tenido que marcharse a una vivienda de alquiler, sin saber cuánto tiempo tardarán en volver a su piso en propiedad en este popular enclave lagunero.

La desconfianza es tal entre algunos vecinos que ni siquiera se creen que la situación de las Chumberas sea tan grave como esgrimen los informes técnicos y exponen los representantes públicos. En su opinión, detrás de todo se esconde “una operación claramente especulativa”. “Estos terrenos están muy bien localizados y valen muchísimo. Lo que han hecho es crear una excusa para echarnos de aquí”, asegura. Y cita un ejemplo: “El bloque 41, sin ir más lejos, ha realizado unas catas privadas que confirman que no hay daños estructurales en el edificio. Sin embargo, para los técnicos del Ayuntamiento tiene aluminosis y hay que desalojarlo”.

También los hay que, a estas alturas, no se fían lo más mínimo de Zapatero, y mucho menos ahora, que “ya está haciendo las maletas”. “Él se va y el que venga detrás será el que deba cumplir con lo acordado. Ahí, seguramente, habrá que volver a negociar”. Está claro que el escepticismo es grande entre los vecinos de Las Chumberas. Tres años después de detectarse la problemática que afecta a parte de los bloques de viviendas, y pese al anuncio de Zapatero, tan celebrado por el conjunto de las fuerzas políticas, lo cierto es que aún queda un largo camino por delante hasta que por fin empiecen las obras.

Así que mejor centrarse en el presente. “A la gente lo que le preocupa ahora es el problema del paro y llegar a fin de mes”, dice otro vecino igualmente descreído. Aunque no duda de que la aluminosis y las humedades existe en muchos bloques, no cree que éste sea un problema extendido a todo el barrio. Y pone como ejemplo su casa, donde no hay puntales ni indicio alguno de que corra peligro su habitabilidad. Eso sí, celebra que el nombre de Las Chumberas haya sonado en el Congreso de los Diputados, en boca del mismísimo presidente del gobierno: “Ahora vendrán los turistas y todo”, bromea.

Por su parte, el portavoz de la Comisión de Seguimiento del proyecto, Ricardo González, confía en que la firma del convenio plurianual no se dilate más en el tiempo. “Hablamos de un problema estructural, de inseguridad en las viviendas”, subraya.

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Las obras durarán más de diez años

Entre diez y doce años. Ese el periodo de tiempo que, según los técnicos, podrían prolongarse la intervención sobre el terreno en Las Chumberas, y que supondrá, más allá de la reposición de las viviendas, un cambio radical de la zona.

Un plazo al que hay que sumarle los trámites burocráticos y organizativos que aún quedan por delante hasta poder iniciar las obras. Así lo confirmó ayer el alcalde Fernando Clavijo, en una comparecencia de prensa junto al socialista Javier Abreu y el popular Rafael Becerra. “Lo primero es que se firme el convenio plurianual, que esperemos que sea cuanto antes, entre julio y agosto, y a partir de ahí comenzaremos a definir todas las cuestiones técnicas del proyecto.

Hace unos ocho meses estuvimos en Barcelona, visitando algunas zonas de características similares, y los técnicos lo que nos decían es que la obra completa puede durar entre diez y doce años”. Está proyectado construir unos 25 bloques nuevos de siete alturas y cuatro viviendas por planta. Edificios con garaje, ascensores y locales comerciales en sus los bajos. Y más espacios verdes y nuevas dotaciones comunes.

Los vecinos, al igual que ocurre con los que ya han sido desalojados de urgencia, deberán mudarse provisionalmente a casas de alquiler, un extra que costeará la administración local. Las nuevas edificaciones tampoco tendrán ningún coste para los afectados. Sí, en cambio, deberán implicarse económicamente en las trámites notariales y demás documentación que supondrá su retorno al nuevo barrio de Las Chumberas para ocupar las viviendas.
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