V. M. | Santa Cruz de Tenerife
El Teide finalmente se trasladó al mar como si fuera una leyenda y se alineó perfectamente con una rabiosa luna rojiza eclipsada. Un espectáculo que se pudo observar en el año 2001 y que ayer volvió a repetirse.
Desde todo el planeta se prepararon curiosos y aficionados para ver el espectáculo que, en el caso de Tenerife, tenÃa lugar a las 20.22 horas cuando se alineó de forma casi perfecta con la sombra del Teide.
Como los aficionados a la astronomÃa son asà de valientes y noveleros, un grupo organizado por la asociación cultural Shelios, de la mano del cientÃfico del IAC Miquel Serra Ricart decidió ayer no perderse el fenómeno desde los alrededores del Pico del Teide. Eso sÃ, subieron a eso de las seis de la tarde y unas intensas nubes les hacÃan intuir que no iban a poder observar la curiosa alineación.
No era el primer eclipse que este grupo observa. A sus espaldas hay miles de miles de kilómetros para buscar estos fenómenos por todo el mundo. Por ejemplo, el año pasado fueron a Isla de Pascua a observar uno total de Sol. Este año, en agosto, preparan un viaje para ver auroras boreales. Pero los de Shelios no eran los únicos que subieron al Teide para esto. Desde el pico podÃan observar cientos de coches que llegaban a las faldas para presenciar este momento.
Este mismo fenómeno pudo haberse visto el pasado 21 de diciembre, pero en aquella ocasión las condiciones meteorológicas impidieron disfrutar al equipo de Shelios del mismo. Ayer, hubo un poco más suerte y, a pesar de las nubes, se pudo observar el eclipse total de Luna que se produjo debido a que la Tierra se interpone durante algo menos de dos horas entre el Sol y la Luna, que está en fase de plenilunio o Luna llena. Por ello, la sombra de la Tierra oculta poco a poco la Luna hasta taparla por completo. En Canarias esto ocurrió a las 20.22 horas de ayer, pero el fenómeno no fue visible hasta la puesta de Sol, que se produjo a las 21.11.
En un eclipse total de Luna, ésta no desaparece por completo, ya que los rayos del Sol, refractados en la atmósfera terrestre, pueden incidir e iluminar la superficie lunar, que se ve en tonalidades rojizas desde la Tierra. En esta ocasión, dicen los expertos de Shelios, la Luna se ha visto más rojiza que en otros eclipses debido, en parte, a la gran cantidad de cenizas volcánicas que se encuentran en la atmósfera por las erupciones recientes en Islandia y en otras partes del mundo.
El IAC explica que esta situación convierte al Parque Nacional del Teide en el lugar perfecto para admirar una vista singular: la del volcán apuntando a la Luna eclipsada.