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Los dos congresos insulares de la UGT se resuelven por unanimidad

   

Fernando Dávalos, junto a Gustavo Santana, ayer en el congreso extraordinario de UGT-Tenerife. | JAVIER GANIVET

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Fernando Dávalos y David Mosquera fueron elegidos ayer secretarios generales de UGT en Tenerife y Gran Canaria, respectivamente, con el 100% de los votos emitidos en ambos congresos insulares extraordinarios.

Los 45 delegados asistentes a la cita de Tenerife -habían sido convocados 50- eligieron la siguiente ejecutiva: secretario general, Fernando Dávalos; secretaria de Organización, Coordinación del Área Interna y Tesorería, Rosario Alvarado; Formación e Igualdad, Teresa Rodríguez; Acción Sindical, Raúl Bellas; Política Institucional y Coordinación del Área Externa, Sixto Mejías; Comunicación, Ángeles Monteverde, y Salud Laboral y Medio Ambiente, Nieves Santos.

En su discurso tras ser proclamado, Dávalos manifestó que “no corren buenos tiempos” para el sindicalismo. “Resulta tan obvio como que existieron otros aún peores, y UGT siempre ha sabido superar y unir su nombre al progreso social en nuestro país durante más de 120 años”. A la “ofensiva global del neoliberalismo se añaden”, prosiguió Fernando Dávalos, “una crisis que se ha hecho crónica, una calle indignada que acelera la crisis social y unas urnas que otorgan a la derecha un poder que jamás conoció en democracia”.

Como representante de UGT en Canarias, el nuevo secretario insular de Tenerife llamó a “afrontar y solventar la difícil situación económica de la organización en el Archipiélago, acuciada por errores de gestión arrastrados del pasado y acosada por ello en algún otro medio de comunicación”. En este escenario, Dávalos se mostró convencido de que “UGT va a salir airosa de todo esto”, y de que “los hombres y las mujeres del sindicato deben y pueden liderar un tiempo cargado de futuro”.

Entre los retos con los que se encuentra la central, el máximo dirigente insular mencionó el de “combatir cualquier riesgo de desafección social”. Como “motor de cambio y progreso”, aseveró, “la UGT tiene que dar respuestas a una sociedad de la que no puede alejarse bajo ningún concepto”.
Previamente, el secretario general de UGT-Canarias, Gustavo Santana contrastó ese “ejercicio de democracia” con la “difamación y la intoxicación como herramientas” del debate. Era un mensaje lanzado a quienes habían censurado públicamente la gestión de la ejecutiva regional y habían criticado la presentación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
En esa línea, Santana invitó a una “reflexión colectiva para encontrar soluciones juntos”.
Después de la dimisión de Lidia Quinta, UGT-Tenerife sintoniza “sin interferencias” con la estrategia de la regional en pro de la “cohesión”, comentaron en los corrillos algunos de los participantes en el congreso.
En una resolución de urgencia, los delegados instaron a la Comisión Ejecutiva Confederal a que otorgue el “apoyo económico preciso para el funcionamiento de UGT-Canarias”.
Por su parte, David Mosquera desempeñaba el cargo de secretario de Administración General del Estado en la Federación de Servicios Públicos (FSP-UGT) de Gran Canaria. Al flamante secretario general lo acompañan Conchi Martínez, Óscar Medina, Ayose Rodríguez, Lourdes Acosta y Modesta Domínguez.