Sobre nuestros modelos de deseo

La dama de las Rosas | DA

SANTIAGO TOSTE | SANTA CRUZ DE TENERIFE

“Estas imágenes quieren formular preguntas acerca de nuestros modelos de deseo; pretenden mostrar aquellos perfiles más paradigmáticos del capitalismo y aluden al turismo, una de las formas, precisamente, con las que el propio sistema capitalista conecta esos deseos al consumo”. De esa manera Ubay Murillo (Santa Cruz de Tenerife, 1978) explica a este periódico desde Berlín -ciudad en la que reside y trabaja en estos momentos- Duermevela y otros ensueños, la muestra pictórica que se inaugura este viernes, a partir de las 20.00 horas, en la sala de arte lagunera Estudio Artizar. Una exposición que, hasta el próximo 6 de agosto, podrá visitarse de lunes a viernes, de 10.30 a 13.30 horas y de 17.00 a 20.30 horas; y los sábados, de 11.00 a 13.30 horas y de 17.00 a 20.30 horas.

La imagen en la distancia

El proyecto artístico Duermevela y otros ensueños, que el año pasado se exhibió en la ciudad de Monterrey, en México, está compuesto por una quincena de cuadros, realizados en óleo y acrílico sobre lienzo, que le han servido a Ubay Murillo para reflexionar acerca de la situación de la imagen contemporánea. “Es decir -explica el artista a DIARIO DE AVISOS-, he pretendido hablar de cómo la pintura hace que las imágenes del mundo que nos llegan se vean con una mayor distancia”.

Náufrago. | DA

El escenario
Como indicaba e pintor en diálogo con Juan Carlos Betancourt y Ludwig Seyfarth, curadores de la exposición durante su montaje en México, “el concepto de escenario parece el adecuado para referirnos a estos cuadros, donde el decorado turístico se muestra como eso precisamente: un escenario de cartón piedra”. “Estamos ante una ficción y, como en algunas ficciones -añadía-, las cosas que vemos están hechas para que parezcan de verdad. Lo cual da, a veces, más miedo que la realidad misma”.

Y una de las figuras que ilustran este discurso estético, una de las que pueblan esos escenarios, es la del cuadro La dama de Las Rosas, basado a su vez en una obra de 1908 del pintor Néstor Martín Fernández de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria, 1887-1938). Con ella, apunta Seyfarth, Murillo brinda una cara actual “a uno de esos mundos sin profundidad, en la que las referencias artísticas e históricas se han extraviado en una especie de túnel del tiempo”. Se trata, en suma, de una alegoría de cómo “nuestra cultura de consumo se adhiere a la superficie”.

Pero claro, más allá y más acá de las palabras, la mejor manera de ahondar en este relato que se aleja, precisamente para contemplar mejor lo real es acudir, a partir del viernes, a esta exposición.