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Un militante de Tenerife quiere perder ante su ídolo Rubalcaba

   

Enrique García López, en Santa Cruz de Tenerife. / FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Alfredo Pérez Rubalcaba tenía el enemigo en casa. El policía nacional Enrique García López es uno de los ocho los militantes del PSOE que quiere enfrentarse al vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las primarias para sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero como candidato a la presidencia del Gobierno.

El sevillano Enrique García, de 62 años, lleva tres décadas residiendo en Tenerife.  Está afiliado a la Agrupación Local de Santa Cruz desde hace tres años.

Consciente de que el suyo es un reto de fogueo, se lo toma como una oportunidad para disparar balas dialécticas de grueso calibre contra el poder económico mundial. Tampoco le importan los 22.000 avales (el 10%) que necesita recoger de aquí al día 13. De antemano sabe que va a perder con “el mejor”. De momento, se consuela con decir lo que piensa y expresar lo que siente. “Me presento porque veo algunas cosas que no están bien”, se justifica. “Clamo contra el deterioro de los derechos sociales y el derrumbe del Estado del bienestar”. Pero él no le echa la cula a Zapatero ni a Rubalcaba, sino al sistema económico y financiero. Lejos de torcerle el pulso a Alfredo Pérez Rubalcaba,  Enrique García López defiende a su contrincante de las burlas por  esta extraña renovación del PSOE, después de una etapa en la que ZP guardó el felipismo en el arcón de la abuela. Menos a Rubalcaba.

“Una persona que ha promovido una ley de tráfico que ha salvado 7.000 vidas humanas no puede ser mala”, comenta en referencia a Zapatero.

A propósito de la política de pactos en Canarias, el aspirante es partidario de permitir que gobierne “la derecha” (PP y CC). Además, desaconseja un adelanto de las elecciones generales a octubre. “Que se agote la legislatura es lo más conveniente para España”.

Catalogado a sí mismo como de centro-izquierda, Enrique García profetiza que después de la crisis vendrá “una recuperación no sólo económica, sino de los valores perdidos”.

Si finalmente se produce el milagro, el  PSOE le aportará una infraestructura que incluiría vehículos, teléfonos, oficina y la sala de prensa de Ferraz (la sede federal, en Madrid). Superada esa fase del proceso, Enrique tendría que organizar su propia “logística electoral”.