X
OBITUARIO > POR CRISTINA TAVÍO ASCANIO

Vicenta Díaz

   

Vicenta Díaz Sáez, nuestra querida Tita, era el auténtico ejemplo de la mujer tinerfeña actual: formada, trabajadora, atenta y servicial. Simpática como ninguna, siempre tuvo la virtud de sacar una sonrisa a todos los que tuvimos el inmenso honor de tratarla. Luchadora infatigable en la vida y en la política, y verdadero pilar para la implantación del PP en Tenerife, la noticia de su fallecimiento la madrugada de este sábado nos deja hoy un poco más solos.

Decía Margaret Thatcher, la Dama de Hierro de la política europea, que cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país, y Tita es la perfecta plasmación de esa frase.

Ahora que nos has dejado después de tantos años de lucha contra la enfermedad, permite, amiga Tita, que recordemos a la gran figura de la política canaria. A quien fue alcaldesa de Güímar, consejera del Cabildo Insular de Tenerife, secretaria general de nuestro partido en la Isla y presidenta del Comité Electoral Insular, pero también a la mujer cariñosa y afable, y a la vecina, esposa y madre ejemplar.

Nació en 1947 en Tejina, pero muy pronto se trasladó a vivir a Güímar, el pueblo que tanto amó y al que dedicó los mejores años de su vida política y profesional. Allí comenzó sus estudios en el Colegio Nazaret, y terminó el Bachillerato en el Colegio La Pureza de la capital tinerfeña. Años después se Diplomaría en Arquitectura Técnica por nuestra Universidad de La Laguna.

Tal vez movida por ese deseo de mejorar el aspecto y calidad de vida de su municipio, o simplemente porque era una política de las de verdad, de quienes anteponen su deber para con los ciudadanos a cualquier ambición personal, Tita se involucró de la mano del Partido Popular en la noble labor de trabajar desde el municipio por y para el vecino.

Los güimareros y güimareras, que tanto la querían, pronto respaldaron su proyecto político, y en virtud de un pacto, Tita -que había encabezado la candidatura del Partido Popular- accedió a la Alcaldía en 1996 y se mantuvo en ella hasta las Elecciones Municipales de 1999.

El Güímar de aquellos años noventa poco se parece al municipio que hoy conocemos. La labor de la alcaldesa, aparejadora y conocedora como pocos de las necesidades urbanísticas de sus distintos barrios y pueblos, fue decisiva (…). Pero un político de rejo y raza como Tita no demuestra su carácter sólo cuando está en el poder, sino muy especialmente cuando las cosas no salen como uno espera, como sucedió tras la cita electoral de 1999, en la que el Partido Popular mejoró notablemente sus resultados, pero debió ocupar plaza en la Oposición. Allí dio ejemplo de responsabilidad, rearmó el partido y en 2003 volvió a ocupar la Alcaldía durante cuatro años más.

Suyas fueron las iniciativas que dieron al Puertito de Güímar su actual y moderno aspecto, un goce para el vecino y el visitante. También a ella le debemos la perfecta armonía y disposición del casco del municipio, hermoseado por fuentes y plazas por las que es un placer pasear. Y suya fue la difícil decisión de proceder al precinto de las plantas de extracción de áridos que actuaban irregularmente sobre el paisaje de su municipio. Tita cerró cuatro de las cinco canteras en una actuación sin precedentes y el tiempo se ha encargado de darle la razón. No era cierto que la economía de la Isla dependiese de los áridos de Güímar, y ya nadie duda de la importancia de que nos esforcemos por recuperar la belleza y valor agrario de entornos como el Barranco de Badajoz, que constituía una de sus próximas prioridades como mandataria municipal.

Consciente de las dificultades de vivir en una localidad rural y de montaña, Tita impulsó en Güímar y en Tenerife la Asociación de Familias y Mujeres Rurales, Afammer, en la que desarrolló una brillante labor y que la nombró Socia de Honor en octubre de 2010. Este último mandato como alcaldesa lo compaginó con su primera etapa como consejera del Cabildo Insular de Tenerife, cuya acta renovó en 2007, asumiendo las labores inherentes al Área de Carreteras, que desarrolló con inteligencia, lealtad y escrupuloso cumplimiento de la legalidad, pese a ser cada vez más evidentes en ella los efectos de su devastadora e injusta enfermedad. Una gran mujer que logró también sobreponerse al dolor que supone la pérdida de un hijo, su adorada Carmen, la más difícil prueba que nos puede poner la vida.

Debo reconocer mi sorpresa inicial por su férrea decisión de volver a ser ella quien encabezara la candidatura del Partido Popular en Güímar, el municipio de sus amores, (…) pero difícil de asumir dado su delicado estado de salud. Cualquier duda que pudiera existir quedó despejada una noche de domingo en la que, recién llegados de una convención de nuestro partido en Sevilla, Antonio Alarcó, Pedro Suárez y yo acudimos a un acto organizado casi sobre la marcha por más de un centenar de chicos y chicas güimareros que querían que ella fuese la candidata a la Alcaldía.

Abrumada por el cariño incondicional de los más jóvenes, Tita sólo pudo decir que estaría siempre al servicio de su partido y su municipio. Así fue, y una vez más, renovó la confianza de su electorado, rodeada de un ilusionado equipo de trabajo. En uno de sus últimos actos públicos, el pasado mes de mayo en el Teatro Guimerá, con ocasión de la presentación del programa del Partido Popular al Cabildo Insular de Tenerife, y de los 31 candidatos a las distintas localidades de la Isla, se pudo comprobar el amor que por ella sentía todo nuestro partido. Más de 800 personas puestas en pie recibieron entre aplausos a la política (…). Precisamente las últimas palabras dichas en público sobre su persona las pronunció este viernes en el acto de constitución del Cabildo Insular de Tenerife, nuestro senador y portavoz del Partido Popular en la Institución, Antonio Alarcó Hernández, quien admiraba, quería y respetaba a Tita, y que tuvo la gallardía de glosar sus muchos méritos y dedicar un recuerdo especial hacia quien tanto ha hecho por sus vecinos y por su partido.

Su sentido común y capacidad de trabajo fueron la clave de su éxito en la política, y para mí fue un inmenso honor que, a finales de 2001, accediera a acompañarme como secretaria general, cuando emprendí la difícil tarea de presidir el Partido Popular en la Isla de Tenerife.

Recuerdo perfectamente cómo las dos solitas recorrimos cada municipio, recomponiendo las piezas de nuestro partido y colocando las bases de lo que hoy es una formación política fuerte e implantada en todos los rincones de Tenerife. Que hoy el Partido Popular haya adquirido su verdadera relevancia y significado en la Isla es también resultado de su inteligente y dedicada labor (…).

Gracias, querida Tita, por tu ejemplo de coraje. Toda la familia del Partido Popular de Tenerife, con estas palabras de cariño y de recuerdo, nos unimos al dolor de tu familia, tu marido Antonio, tu hija Patricia, tu nieta y todo el pueblo de Güímar. Descanse en Paz.