¿Hacia dónde caminamos, quiero decir, tropezamos?

Nueve, hasta nueve equipos tendrá la provincia tinerfeña la próxima temporada en las distintas categorías nacionales del baloncesto español, y eso que al San Isidro de La Orotava no le volvieron a invitar este año en EBA. En realidad sólo uno más que el curso pasado, pero con el anunciado treinta por ciento de recortes de fondos públicos que en muchos casos hará inviable con el tiempo la permanencia de éstos en categorías que, además, en algunos casos no se han ganado en la cancha de juego, una de las premisas que esgrimió el Cabildo para, por ejemplo, no subvencionar con la misma cuantía al Cuesta Piedra cuando militó en Superliga de voleibol femenino junto al Jamper Aguere y el ya desaparecido Fígaro Peluqueros.

Ni siquiera la tremenda crisis económica ha hecho mella en el desaforado empecinamiento de los dirigentes de clubes, muchos de ellos formados a raíz de disputas pasionales y que ni siquiera han tenido en cuenta la necesidad de unir esfuerzos en pos de cimentar las bases ya creadas, más todo lo contrario, si se puede erosionar, mejor que mejor. Es la cruda realidad de nuestro baloncesto, tanto en Tenerife como en La Palma.

Ni siquiera la creación de la Fundación-Fundición Canaria del Baloncesto de Tenerife ha podido meter baza en tal desaguisado, ni mucho menos el llamado proceso de convergencia creado por el Cabildo en busca de un único club profesional. Aquí, aunque no haya cama para tanta gente, todo el mundo va, con perdón, a su puta bola.

El ejemplo más evidente de esta desunión la hemos tenido estos días con la aceptación por parte del Tenerife Baloncesto de la invitación de la FEB a jugar en la LEB Plata, categoría por la que luchó deportivamente y se quedó en el camino, y de la cual ya no puede renunciar, tras avalar 138.500 euros. Desde el Cabildo, teóricamente su padre y mentor, se le dijo de la necesidad de no aceptar esa categoría, pero Fran Padrón y sus servicios jurídicos desoyeron la recomendación, entre otras cosas, porque en el documento de convergencia con el CB Canarias 1939, sólo se recoge que no podrá jugar en la misma categoría, no una o dos más abajo. Otra cosa bien distintas es que el Tenerife Baloncesto haya comprendido bien el fondo de ese artículo que reza así. “Este equipo se configurará como un equipo filial del que juegue en la Adecco Oro, procurando, en la medida en que ello fuera posible, que el equipo se conforme con jugadores promesa/cantera de esta última categoría. La condición de equipo filial determinará la imposibilidad de que juegue en la misma liga que el equipo principal”. El equipo que dirigió Jou Costa tenía en sus filas cuatro extranjeros y algunos jugadores veteranos, lejos de la condición de ‘promesas’. Además, tampoco se llamó Isla de Tenerife, como se recogía en el convenio.

Es, éste, un simple ejemplo de que estamos todavía en plena travesía, que la convergencia será dura y que ni mucho menos se acabará esta temporada, entre otros motivos, porque el plan de saneamiento de la Sociedad Anónima Deportiva, esa que permitirá ahorrarse dos millones de euros si alcanzamos la ACB -auténtico y casi único motivo de una unión forzada-, no está aún concluido. Y a todas estas, sobre el horizonte, la posibilidad cada vez más real de que cada club camine por su lado, recordando lo que ya sucedió hace tres lustros con el llamado entonces Tenerife Canarias. Por lo pronto, Fran Padrón, ya avisa que jugarán en Santa Cruz y que llevarán dos mil personas al pabellón.

Hoy se reúne la comisión de seguimiento, con Cristiana Valido y Cristo Pérez, como nuevas caras del Cabildo, y será una buena oportunidad para poner las cartas sobre la mesa o romper definitivamente la baraja. Tanta indifinición no hace otra cosa que perjudicar los intereses de unos y de otros y por tanto los del baloncesto tinerfeño, ese que se desangra cada día sin que nadie le ponga un torniquete.

Y por último, a la Fundación. ¿Cómo dice qué vela por los intereses del baloncesto de Tenerife y permite que uno de sus patronos, el Real Club Náutico, se vincula con el Gran Canaria? País.