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“El secreto para seguir juntos es que ganamos mogollón de dinero, y eso une”

El Supositorio, que “no es un grupo de humor canario, sino un grupo canario de humor”, cuenta ya con nueve años de trayectoria. / JESÚS BILBAO

SANTIAGO TOSTE | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Desde Chigüesque para todo el Universo. Incluida La Laguna, faltaría más. Jorge Galván, Domingo Efegé, Conrado Flores, Paco Efegé y José Juan Ramallo: El Supositorio. Un colectivo dedicado, a jornada completa, a fabricar risas, sonrisas, carcajadas y situaciones hilarantes que cerrará esta noche en Aguere, en el Teatro Leal, a partir de las 21.00 horas, la world tour de Por el camino recto. Se trata de un espectáculo en 3D que invita al espectador a olvidarse un rato de los problemas y disfrutar con lo mucho de humorístico que envuelve nuestras existencias. Todo esto, incluido en el precio de la entrada.

-Cierran la temporada en el Teatro Leal con Por el camino recto ¿Cómo se les ha dado el curso?

Domingo Efegé: “Bastante bien. La respuesta del público en todas nuestras convocatorias ha sido maravillosa, al igual que el reconocimiento y muestras de cariño, bien por la calle o bien vía mail o Facebook. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Por el camino recto ha gustado. Y mucho. Respecto al curso en general, para nosotros no ha acabado ni acabará, porque siempre estamos con más de un proyecto entre manos”.

-Además del directo, la radio y la televisión, Internet ha permitido a muchos conocer -y reirse con- El Supositorio. ¿Tienen en cuenta al elaborar un número humorístico los diferentes soportes en los que va a ser contemplado?

Jorge Galván: “Siempre tenemos en cuenta el soporte para el que se crea. Un sketch en directo tiene ciertas peculiaridades que uno grabado no tiene, y creamos cada uno específicamente para el formato en el que se realiza. Después sí que es verdad que algunos se pueden adaptar para pasarlos de un formato a otro”.

-¿Y cómo trabaja esta factoría de ideas que se llama El Supositorio? ¿De qué forma preparan cada espectáculo?

Conrado Flores: “Para bien o para mal, este grupo es bastante obsesivo. Podemos estar discutiendo durante una hora por una frase de un guión, pero casi siempre merece la pena. El comienzo suele ser fácil: lo primero de todo es que la idea sea divertida. Si esa idea la resumes en una frase y sonríes es que merece la pena trabajar el guión. Normalmente, una vez tenemos la estructura de esa idea, nos dividimos el trabajo y presentamos los primeros borradores. A partir de ahí empezamos a meter tijera y a pulir los diálogos una y otra vez. En la planta de reciclaje de papel del ayuntamiento hay un bidón llamado guiones de El Supositorio. Los tipos están encantados”.

El espectáculo que ponen en escena en La Laguna, 'Por el camino recto', incluye las últimas tecnologías cinematográficas y escénicas, hasta el 3D (gafas no incluidas). / J. BILBAO

-¿Qué tal se vive en Chigüesque? ¿La realidad en las Islas resulta más absurda y surrealista que lo que pasa en este municipio?

Domingo Efegé: “Chigüesque es, si nos llevamos por los datos, un municipio en continua expansión. Cada vez es mayor el número de canarios que lo conocen y mayor el número de ellos que se sienten un poco chigüesqueros. A nosotros esto es algo que, particularmente ahora, en época de crisis, nos enorgullece enormemente. Parece algo absurdo tratándose de un municipio ficticio, pero sin embargo es real, así que no se debe vivir muy mal por Chigüesque”.

-Sus parodias recorren muchos aspectos de lo cotidiano, pero ¿de qué cosas jamás haría una broma El Supositorio?

Conrado Flores: “En general, no nos atraen los gags que utilizan la discapacidad de las personas como motivo de burla. Los defectos físicos, la tartamudez, las discapacidades motóricas, sensoriales e intelectuales son algo muy serio y a veces nos resulta patético lo mucho que se recurre a ellas para hacer reír. Escribir chistes de petudos, sordos, bizcos y cojos es sencillo y puede resultar divertido a mucha gente pero no es nuestro estilo”.

-Llevan ya nueve años juntos. ¿Cuál es el secreto para que cinco personas se mantengan de acuerdo todo este tiempo en ese objetivo de hacer humor?

Jose J. Ramallo: “Porque nos queremos un montón y siempre respetamos las opiniones del otro. No, ahora en serio: porque ganamos un montón de dinero y el dinero une mogollón… Es broma, la verdad es que pertenecemos a una secta destructiva que predica el amor libre y tenemos firmado un documento con sangre en el que se afirma que el que la abandone será perseguido hasta el último de sus días por un señor muy bajito vestido de El Fary y cantando el Torito guapo”.

-¿Qué es lo mejor y lo peor que llevan de esta aventura?

Paco Efegé: “Lo mejor el calor y reconocimiento de la gente, sin duda. Es algo que no tiene precio. El más agradable estímulo para seguir adelante, y más si tal inyección de ánimo proviene de un público cada vez más heterogéneo, gente orgullosa de sentirse tan chigüesquera como cada uno de nosotros”.

La interacción con el público es una de las señas de identidad de este quinteto de chigüesqueros. / J. B.

-También ponen su talento en los proyectos de otros. ¿Existe menos libertad al trabajar en un estilo, en una experiencia que no van a plasmar en primera persona sobre las tablas de un escenario?

Jorge Galván: “Son trabajos diferentes. Cuando escribes para El Supositorio sabes exactamente lo que quieres hacer y cómo. Cuando trabajas para otro eres consciente de que haces lo que esa persona quiere, lo que busca de ti. No es una cuestión de libertad creativa, más bien de estilos: tienes que adaptarte”.

-¿Cómo se sobrelleva esto de la crisis en el mundo del humor?

Paco Efegé: “Diversificando nuestra propuesta y ajustándola, más si cabe, a las necesidades y circunstancias. El principio de austeridad estará siempre en nuestros proyectos, razón por la que podemos afirmar sin rubor que el precio nunca ha sido un problema para trabajar con El Supositorio: ¡No se imaginan lo barato que fue cada capítulo de Chigüesque TV! El único derroche es el de la imaginación”.

-¿Qué tal andamos de sentido del humor los canarios? ¿Sabemos reírnos de nosotros?

José J. Ramallo: “Con la que está cayendo, o nos reímos de nosotros mismos o nos vamos a la punta el muelle y nos tiramos al mar. Los canarios somos muy cómicos y surrealistas, ya lo dijo André Bretón. Lo que se echa en falta quizás sea más humor hacia la clase política, algo que es muy saludable, que se hace desde hace décadas en otras islas -por ejemplo en la de Gran Bretaña-, y al parecer les va muy bien”.

-¿Cuál ha sido la cosa más graciosa que les ha pasado sobre un escenario sin estar prevista?

Domingo Efegé: “Las situaciones cómicas sobre el escenario suceden a distintos niveles. Algunas son muy obvias, como por ejemplo una ocasión en que a mitad de un sketch en La Orotava, se nos coló un gato y se quedó petrificado mirando a tanta gente desde el escenario. Y luego hay otras que son más sutiles como las equivocaciones, o los juegos y bromas que desarrollamos de manera cómplice entre nosotros mientras ensayamos o actuamos. A veces aguantamos el tipo estoicamente. Otras, no lo podemos evitar y nos descojonamos, ante lo cual el público siempre termina contagiándose”.

-¿En qué proyectos andan?

Jose J. Ramallo: “La idea es dominar el mundo, lanzarnos a la carrera espacial y quizás explotar las riquezas de Marte a nivel industrial. Tras actuar en el Teatro Leal, nos centraremos en un nuevo show que esperamos estrenar en diciembre en el Guimerá. Por otra parte, acabamos de estrenar en Fimucité nuestro último cortometraje, James Bond y el síndrome del re bemol, ante más de mil personas y la acogida no ha podido ser mejor, por lo que estamos pensando en hacer un estreno de nuestros cortos en alguna sala. Además nos planteamos muy seriamente hacer una película pero como eso cuesta mucho dinero, animamos a todos aquellos inversores a que apuesten por nosotros. Esto ponlo en negrita. Gracias”.