JOSÉ L. CONDE | ADEJE
“En los últimos 30 años, España ha pasado de ser un país de emigrantes a un país de inmigración” ha manifestado Miguel Beas Miranda, doctor de Teoría e Historia de la Educación en la Universidad de Granada y que ha participado en el curso Educación y ciudadanía de la Universidad de Verano de Adeje.
-¿Cómo ve la implantación en Canarias de la asignatura Educación para la Ciudadanía?
“Canarias tiene una dependencia estructural con el marco jurídico de toda la nación española. De tal manera que el curriculum es un 65% nacional y el 35%, tiene Canarias autonomía para el desarrollo de esta materia. Me he quedado sorprendido con los decretos de Canarias porque no existe una copia literal de la normativa estatal sino que la han transformado, tanto en Primaria como en Secundaria. En concreto, hace hincapié en algunos aspectos de la identidad canaria, como puede ser su situación geográfica y la incidencia de las comunicaciones. Como novedad, aporta que el sujeto aprenda a ser crítico y reflexivo con los medios de comunicación y la prensa, aspecto que no contempla ninguna otra autonomía. Creo que Canaria necesita una educación ciudadana. Se nace con derechos y deberes pero hay que aprenderlos con una actitud que debe ser participativa”.
-¿Que opinión le merecen los aspectos novedosos que presenta esta asignatura en la comunidad canaria?
“A mí me parece fantástico ahora tenemos el caso Murdoch y hay que conocer en manos de quien están los medios de comunicación. Hay que formar al sujeto para que interprete las noticias, para que tengan libertad de expresión, todo esto es muy positivo. De lo contrario, estaríamos formando a gente sumisa y dócil que, para el siglo XVIII estaba muy bien, pero ahora no. La ciudadanía debe ser deliberativa y democrática”.
-¿Qué razones han llevado a la polémica y la judicialización de esta asignatura?
“Yo creo que ha habido una gran confusión. Una vez hablando con uno de los impulsores de la LOE me dijo que no entendía este debate puesto que nadie está en contra de enseñalar los Derechos Humanos y adquirir una actitud para su defensa. Tampoco nadie va a estar en contra de la Constitución española, que son los dos ejes de esta materia. También hay una serie de acuerdos europeos que instan a los Estados miembros a que se imparta esta asignatura. A nosotros los europeos no nos une el territorio, sino una serie de derechos civiles, políticos y sociales que hemos conquistado. Las críticas a la asignatura fueron una sorpresa monumental. Si se lee el decreto, incluido el de la comunidad canaria, poco hay en contra. Se trata de educar a un cuidadanos para que tenga una cultura política participativa y democrática. Las personas que han denostado esta asignatura se basan en los libros de texto y no en el Real Decreto que no aborda la familia y su organización, ni siquiera el aborto. Lo más grave que se ha dicho de la materia es que adoctrina. En concreto el cardenal Antonio Cañizares dice que ‘a través de ella el Estado se convierte en educador de todos los ciudadanos, en todo aquello que afecta a la vida del ciudadano, con lo cual el adoctrinamiento del Estado es una realidad a través de esta asignatura. En primer lugar, todos educamos pero el Estado no puede adoctrinar cuando está formando ciudadanos críticos y reflexivos. Sí se adoctrina cuando se pretende transmitir unas ideas contando con la pasividad del sujeto, mediante una enseñanza de catecismos políticos y religiosos”.
-Mariano Rajoy formuló la promesa de que cuando llegara al poder retiraría la asignatura de Educación para la Ciudadanía ¿Qué cree que pasará?
“No sabemos que ocurrirá. Esta Educación para la Ciudadanía es una tradición española de enseñanza porque somos ciudadanos y no súbditos. En segundo lugar, hay unas recomendaciones del Consejo de Europa que afecta a todos los Estados miembros que obligan a su impartición. Pongo en duda que esta materia desaparezca, aunque puede ser que se transforme y forme parte de la transversalidad curricular como estaba hasta ahora impartiéndose en varias materias. Se convirtió en una materia específica porque se veía que con transversalidad no se daba el tiempo suficiente para que el alumno asumiera esta responsabilidad. Otra razón es la complejidad de la sociedad española. Por poner un ejemplo en Adeje hay más de 160 nacionalidades distintas y no se podría convivir sin respetar los valores básicos. En los últimos 30 años España ha pasado de ser un país de inmigrantes a un país de inmigración. Es un abanico tan grande de culturas y credos es necesaria la asignatura para poder convivir”