
DIARIODEAVISOS.COM | SANTA CRUZ DE TENERIFE
“No podemos pedir más en cuanto a calidad, cantidad y respuesta del público”. Así de entusiasta se mostraba ayer el director del Festival Canarias Jazz & Más Heineken, Miguel Ramírez, al hacer un somero balance para DIARIO DE AVISOS acerca de la vigésima edición de esta cita musical, que ayer se despidió de Santa Cruz de Tenerife y hoy lo hace en Las Palmas de Gran Canaria. “Pese a todas las dificultades que nos ha traído la crisis -explicó Ramírez-, las expectativas se han superado con creces”. “Por eso, y por el óptimo nivel de organización que hemos logrado alcanzar -agregó-, creo que este festival debe dar un paso más allá, y ya toca que nos visiten figuras como Sonny Rollins, Wynton Marsalis o Keith Jarret”.
Trabajo conjunto
En ese aspecto, Miguel Ramírez tendió la mano a las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, para sentarse a analizar cómo sacar provecho de “las indudables potencialidades económicas y promocionales para las Islas que posee el Jazz & Más Heineken”, de manera que, según detalló, la organización, el empresariado y las instituciones públicas tracen los caminos a recorrer y rentabilicen la presencia de los “monstruos” del jazz actual en el Archipiélago. “Eso ocurre en el Festival de Jazz de San Sebastián -explicó-, y nosotros hemos alcanzado la madurez necesaria como para lograrlo. A esto vamos a dedicar todo nuestro empeño”. Durante diez días, por las Islas han desfilado artistas y formaciones como Mina Agossi, la Big Band de Canarias, Polo Ortí Group, The Poogie Bell Band, Three in the Red Circle, Lee Ritenour Band y Dave Grusin, The Clayton Hamilton Jazz Orchestra, Dave Holland Quintet, Eddie Palmieri Quartet, Fatoumata Diawara, Caramelo Jazz Quartet, Ganbé Brass Band, Gabacho Connection, David Quevedo Addictive Rock, Javier Infante Trío, Charlie Moreno Band, Esther Ovejero Quintet, Naya Band, Anna Rodríguez & Eliseo Lloreda, Eduardo Rojo Quintet, Kid Loco Dj y Gregori Viera Vj.
“Estoy encantado con lo que hemos podido vivir estos días -puso de relieve Miguel Ramírez-, sabíamos de la calidad de cada una de las propuestas que incluimos en el programa, pero hemos de reconocer que presenciarlas ha supuesto una gran sorpresa”.
El público
De igual manera, uno de los principales artífices de este encuentro con el jazz destacó el apoyo que ha brindado el público a cada concierto. “Estamos hablando de conciertos de pago donde el aforo del Auditorio de Tenerife Adán Martín o del Teatro Pérez Galdós se ha cubierto al 100%, al 95 y nunca ha caído por debajo del 50”. “Obviamente, aún nos llevará tiempo implantar en esta tierra la cultura de pagar por acudir a un espectáculo de calidad, pero estamos muy satisfechos”, señaló. Así las cosas, Miguel Ramírez considera que el Festival Canarias Jazz & Más Heineken “ha sabido formular de forma equilibrada las dos caras que definen a esta cita: por un lado, el aspecto lúdico que se potencia con los conciertos gratuitos en las plazas y, por otro, el concierto dirigido a los más aficionados, que demandan una puesta en escena más íntima, con mayor calidad acústica”.
Otra de las características que definen al Jazz & Más Heineken es la de combinar la presencia de artistas que, en palabras de su director, dan respuesta a la esencia del propio festival, esto es, el poder escuchar jazz puro y duro, pero sin dejar de estar abiertos a las nuevas tendencias. “Mina Agossi, por ejemplo -comentó Ramírez-, es un gran referente de lo que se ha dado en llamar el jazz free, un formato bastante minoritario, que de entrada no resulta nada fácil de escuchar”. “Sin embargo, en los conciertos que ofreció, la gente estaba entregadísima; algo que, además, habla mucho y muy bien del público que tenemos aquí”, destacó Miguel Ramírez.
Las Islas, en el escenario
Mención aparte merece en este análisis que aborda Ramírez la aportación de los músicos canarios. “Propuestas como la Big Band de Canarias, Esther Ovejero, Polo Ortí Group o Eduardo Rojo Quintet -indicó-, no vienen sino a demostrar que el nivel de nuestros artistas cada vez tiene menos que envidiar al de los que proceden de otros lugares”.
La Noche Africana ha sido otro de los “platos fuertes” a los que alude Ramírez. “Fatoumata Diawará nos trajo la música africana”, apuntó, “y esta iniciativa ha sido proverbial para el festival, porque con esta apuesta no queríamos más que ilustrar el hecho de que sin África, sin los habitantes de ese continente que llegaron a Cuba, a Brasil, a Estados Unidos, jamás se hubiera dado una riqueza musical que confluyera en el jazz”.
“He estado hablando con Fatoumata -explicó- y ha sido fascinante conocer, por ejemplo, que en muchos lugares cada tribu posee su propio patrón rítmico, con lo que te das cuenta de que ahí existe una auténtica mina de oro de músicas, de las que apenas conocemos una mínima parte”.
Otro de los artistas que han “dado lustre” al Jazz & Más Heineken y al que alude con entusiasmo su director es Eddie Palmieri. “Escucharle con un cuarteto, un formato inusual para él, acostumbrado a grandes orquestas, ha sido todo un privilegio”, dice con orgullo.