INMA MARTOS | SANTA CRUZ DE TENERIFE
-Según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas las muertes por VIH se redujeron en 2009 el 11,2% respecto al año anterior. ¿Cómo valora este dato?
“Hay un descenso en muertes por fase sida, a causa de la calidad de los fármacos, pero existe un incremento importante de portadores del VIH. Hoy en día hay un número mayor de transmisiones sobre todo en colectivos como el homosexual y también en personas mayores de 65 años. Se estima que en España hay 140.000 personas con VIH que no lo saben”.
-¿Por qué en personas mayores de 65 años?
“Este colectivo no toma medidas de precaución y además las campañas que se realizan desde los organismos públicos excluyen a este sector de la población. Existe una falsa idea de que las personas mayores no practican sexo, pero sí que lo hacen y, generalmente, no hacen uso del preservativo. Además, por la crisis han bajado mucho los precios del intercambio sexual, que es la principal vía de transmisión en personas mayores. Por eso, nosotros decidimos acudir a los centros de mayores a dar charlas”.
-El colectivo gay ha sido desde la aparición del virus en el año 1984 uno de los principales grupos de riesgo y se supone que está concienciado de los peligros a los que se expone si obvia las precauciones. ¿Se ha bajado la guardia?
“En el colectivo homosexual hay un incremento importante porque la gente ha visto que esto es una enfermedad crónica que no necesariamente causa la muerte y que con los fármacos se lleva una vida normal. También se olvidan de los aspectos sociales y de la discriminación que se sufre en los ámbitos laboral y social. De hecho, las personas con VIH no dan a conocer su estado serológico, lo cual hace que parezca que no existe. En el colectivo GTB lo que hemos detectado es un aumento de casos entre las personas menores de edad, entre 14 y 25 años, y hay una relación clara con el consumo de alcohol los fines de semana, con esas válvulas de escape o de evasión, y sobre todo por causa de los encuentros esporádicos”.
-Las redes sociales e internet en general hacen más sencilla la relación entre las personas. ¿Tiene esto relación con el aumento de transmisiones?
“Las redes sociales están haciendo un flaco favor en todo lo que se refiere a la prevención porque se facilitan los encuentros esporádicos, no sólo en los colectivos en los que se centran las campañas, sino en el resto de la sociedad. Hoy en día las relaciones interpersonales son más fluidas y muchas veces con objetivo únicamente sexual. Se desconoce a la persona con la que se mantiene la relación sexual, hasta el nombre, el teléfono, etc. No hay un intercambio de información porque el objetivo es el sexo. Hoy en día la gente huye mucho de los compromisos, y vive en ciertas burbujas de las que sale de vez en cuando sólo para tener encuentros sexuales. La asociación tuvo que abrir diferentes perfiles en las redes sociales con el fin de concienciar a las personas que se mueven en esos foros”.
-¿Hay que pedir entonces una analítica a la persona con la que se vaya a mantener sexo?
“Antes, cuando se quería entablar una relación de pareja, en general la gente se hacía una analítica, incluso para ver si había compatibilidad; eso hoy en día no se hace. No obstante, nosotros somos reacios a que se generalice la prueba del VIH en todas las analíticas. No lo tenemos claro porque vemos las dificultades que tiene la propia administración de mantener el anonimato de las personas, e incluso hemos visto cómo los tratan en los hospitales y los centros de salud, en muchas ocasiones, vulnerando sus derechos”.
-Pero la sociedad presupone la confidencialidad en los centros hospitalarios…
“Las pruebas se pueden realizar en los centros de salud y los hospitales. Lo que ocurre es que hay miedo de que el médico no respete esa confidencialidad que efectivamente se presupone entre médico y paciente, por un lado. Por otro, todo el personal sanitario y administrativo de los centros puede tener acceso a las bases de datos de los pacientes, así que el secreto médico no está garantizado en ningún caso. Hay numerosas denuncias en relación con la protección de datos y la administración prefiere pagar sentencias millonarias que intentar cambiar el sistema. En Tenerife hay un centro hematológico en la calle San Sebastián que es el de referencia en estos casos”.
-Las asociaciones y las campañas de prevención buscan socializar la enfermedad; sin embargo, las personas con VIH intentan preservar su diagnóstico. ¿Existe aun discriminación al colectivo de personas con VIH?
“Sí. La sociedad en general, y los jóvenes en particular, tienen una desinformación increíble, incluso teniendo en cuenta los medios con que contamos hoy en día al alcance de los ciudadanos. Lo cierto es que los jóvenes no tienen idea sobre esta enfermedad y los riesgos. Además existe discriminación laboral. Las personas con VIH se arriesgan a perder sus empleos si son sinceros en cuanto a su diagnóstico, porque las empresas enmascaran los despidos buscando todo tipo de subterfugios que lo justifiquen, sin que se pueda demostrar que es por razones discriminatorias. En este sentido, los empresarios tienen en cuenta también las bajas que se pueden generar por adaptaciones al tratamiento o bien por otras enfermedades oportunistas debidas a la debilidad del sistema inmunológico. Por eso la gente no quiere ser visible y se esconde”.
-Hubo unos años en que personajes famosos se sumaban a las campañas de VIH. Esto últimamente no ocurre con tanta frecuencia.
“Información y visibilidad. Es lo más importante para la prevención y para la integración. Un grupo de personas ha apostado por esto, ya que creemos que todo lo que se oculte hace que la gente se confíe y crecen las cifras de transmisiones. Hay muchos jóvenes que no saben porque no vivieron los comienzos de la enfermedad en su momento. No obstante, Boris Izaguirre y Jesús Vázquez están luchando por esta causa”.
-Pero no son seropositivos…
“Claro, me refiero a la visibilidad de la homosexualidad. Si son seropositivos, no te lo van a decir”.
-Entonces ¿cuál es el mensaje?
“Hay que buscar el impacto. En realidad, el mensaje siempre es el mismo: la concienciación sobre el uso del preservativo. Las campañas no se deben centrar sólo en algunos colectivos y en ciertas épocas del año, como carnavales. Hay que difundir de manera continua. No nos podemos relajar”.
-¿La aceptación de la enfermedad por la sociedad sigue teniendo que ver con paradigmas morales?
“Yo con lo de la moralidad de la Iglesia lo tengo claro. No se puede estar diciendo no al preservativo cuando después vemos que participan en las subvenciones a nivel nacional para la prevención en temas de prostitución etc. La hipocresía de la Iglesia católica… Soy muy crítico en este sentido y también con la derecha española. Por un lado dicen una cosa y por detrás otra. Ponen la mano para aplicar proyectos de prevención contra el VIH y, si lo hacen con su enfoque, poca efectividad van a tener”.
-¿Unapro recibe alguna ayuda o subvención procedente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias?
“Desde 2008 no realizamos ningún proyecto con la Consejería porque nos exigían una identificación plena de más de 250 usuarios que estaban acogidos al proyecto de prostitución masculina. Así que tomamos la decisión de devolver el dinero”.
-¿Con cuántos recursos cuenta la Comunidad Autónoma de Canarias para personas que hayan contraído el VIH?
“En Canarias existen sólo 14 plazas para personas con VIH sida para toda la población, cuando existen más de 5.000 personas seropositivas. Nos derivan a las personas a la asociación, pero nosotros no tenemos los recursos para atenderlos”.
-El sexo es la principal vía de transmisión del VIH, con más del 90%. ¿Cuáles son las cifras por consumo de drogas inyectables?
“En el año 2010, el 32% de nuevos portadores se dio por este motivo, pero ha descendido considerablemente. En cuanto a la transmisión por vía sexual, la cifra más alta se da en hombres, en concreto en 2010 el 81%, de los cuales un 66,6% son hombres que han tenido relaciones homosexuales y el 33,3%, a través de relaciones heterosexuales”.
-¿Hasta qué punto los fármacos han mejorado la calidad de vida?
“Los pasos que se han dado con el descubrimiento de nuevos fármacos que reducen el número de medicamentos que se prescriben está a punto de retrocederse por la crisis, con la llegada de genéricos por recortes. Hasta ahora había que tomar dos o tres pastillas, pero se puede volver a treinta o cuarenta, y es inadmisible”.