TINERFE FUMERO | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Hirieron en ambas piernas a la mujer y dejaron moribunda a su mascota. Es el terrible balance del feroz ataque de dos presas canarios a una ciudadana de 81años de edad que paseaba a su pequinés por una calle del término municipal de La Laguna. Lo peor es que ya los presas habían dejado muestras claras de su peligrosidad al destrozar literalmente en otra ocasión a un gato callejero.
Paseo cerca de casa
Ni en sus peores pesadillas podía imaginar la víctima de este suceso que aquel paseo con su pequeño pequinés mestizo por las inmediaciones de su vivienda, cuando pocos minutos pasaban de las siete de la tarde.
Los hechos se desencadenan en la calle del Embajador Alberto de Armas, muy cerca del Camino San Diego, cuando dos presas canarios descritos como “de gran peso y dimensiones” se abalanzan sobre el pequinés, al que muerden, arrastran y desgarran para espanto de su propietaria.
Sin duda afectada por la terrible escena y nublada por su amor a la mascota, la mujer intenta imprudentemente salvarla de una muerte segura, lo que inevitablemente provoca que los atacantes le asesten varias dentelladas en las dos piernas -con especial incidencia en la izquierda- y en la mano derecha.
Vecinos al rescate
Felizmente, los vecinos presentes se afanan en rescatar a la señora y su mascota, logrando ahuyentar a las fieras gracias al aluvión de patadas que se les vino encima.
Fue entonces cuando hizo acto de aparición una patrulla de la Policía Local de La Laguna, que actúa con diligencia y proceden tanto a la identificación del dueño de los dos presas canarios como a auxiliar a la víctima del brutal ataque. Con respecto a lo primero, los agentes instruyeron diligencias contra él y se procede a la retirada de los dos presas canarios, que según pudieron constatar en el lugar los municipales, ya habían acabado con la vida de un gato callejero en una escapada anterior.
En concreto, los perros fueron trasladados hasta el Albergue comarcal de Valle Colino, a la espera de que la autoridad judicial decida sobre los mismos.
Inasistencia
Pero el auxilio a las víctimas merece capítulo aparte, dado que los agentes, hartos de esperar la llegada de la ambulancia requerida, optaron finalmente por trasladar en el coche patrulla a la afectada hasta un centro médico en el que fuera atendida de sus lesiones, especialmente de la profunda mordida que había recibido en la pierna izquierda.
En cuanto al pequinés, fue sin duda el peor parado de la historia, al punto que los especialistas de la clínica veterinaria a la que se le condujo no garantizaban su supervivencia por el grado y la intensidad de las heridas que había sufrido durante el ataque.
Normativa vigente
Una ley estatal datada en 2005 califica como animales potencialmente peligrosos los domésticos o de compañía que reglamentariamente se determinen, en particular, los pertenecientes a la especie canina, incluidos dentro de una tipología racial, que por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas.
Según dicha normativa, los hechos acaecidos en La Laguna con esta anciana serían, cuanto menos, constitutivos de una infracción administrativa muy grave, dado que los perros no tenían bozal y estaban sueltos.
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Presa canario
Otros nombres: dogo canario y canis familiaris.
Origen: canario, con gran influencia genética del bardino y de los perros de presa españoles.
Calificación: incluido como animal potencialmente peligroso, se considera que, bien educado, no debe causar problemas.
Historia: en las leyendas guanches, estos perros grandes y negros eran considerados enviados del infierno o demonios. Ya en 1520 hay referencias históricas a los grandes perros de Canarias, a los que se pretende exterminar por los daños causados a rebaños.
Su fiera actitud para el combate lo convierte en un preferido para las peleas de perros, lo que salva a la especie durante siglos. Precisamente, su prohibición hizo que a primeros de los años setenta del siglo XX se considerara la raza prácticamente extinguida.
Un decreto promulgado por el Gobierno de Canarias considera al presa o dogo canario como símbolo de la naturaleza para la Isla de Gran Canaria.
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