ÁNGELES RIOBO | SANTA CRUZ DE TENERIFE
La donación del hígado de Ana Tavárez a su hijo Giovanny será supervisada este jueves jueves por el Comité de Ética Asistencial (CEA) del Hospital Universitario 12 de Octubre, donde se efectuará la intervención quirúrgica, tal y como marca la Ley de Trasplantes de Órganos. Esta Ley señala que para que pueda efectuarse la donación de órganos de un paciente vivo se ha de contar previamente con un informe positivo de dicho comité y con el consentimiento expreso de un juez.
La cita crucial para la vida del pequeño comienza a las 10 de la mañana y tiene lugar en el Salón de Actos del 12 de Octubre. “Estoy intrigada porque no sé exactamente lo que va a pasar”, asegura a Ana e informa que acudirá al madrileño centro hospitalario desde las 8 de la mañana para efectuar una revisión rutinaria de su bebé afectado por una atresia biliar. “No se cómo será, me imagino que estarán varios médicos en el salón y me preguntarán si estoy preparada para la operación”, sospecha la joven de 23 años.
“Estamos con algo de nervios y asumiendo lo que viene. Poco a poco están finalizando los trámites”, añade por su parte Adrián, padre de Giovanny, quien subraya que cree que el comité querrá saber si su mujer está realmente preparada y si conoce los riesgos de la intervención quirúrgica a la que será sometida para cederle parte de su hígado a Giovanny.
El joven recuerda que nada más conocer que Giovanny necesitaba un trasplante ambos accedieron a hacerse las pruebas de compatibilidad, pero que tras dos meses de duros análisis él fue descartado por la coagulación sanguínea, mientras que Ana sí es compatible.
Visto bueno
La Ley de Trasplantes de Órganos obliga a contar con el visto bueno del comité de ética asistencial en el caso de donación de órganos entre donantes vivos. El director del Máster Interuniversitario de Bioética, y miembro de la Comisión Asesora de Bioética de Canarias, Emilio Sanz, explica al respecto que el CEA es un equipo multidisciplinar conformado por médicos, enfermeros, juristas, representantes de los usuarios y un miembro del comité de bioética del centro.
La labor del CEA es la de autorizar la donación de un órgano de paciente vivo, tras comprobar que ambas partes están perfectamente informadas y conscientes de los riesgos que entraña la intervención.
“El CEA no juzga si la intervención es idónea o no, pues eso lo valoran los médicos, sino debe comprobar si se cumplen y respetan los aspectos emocionales del donante y el receptor, si se conocen bien los riesgos que conlleva una intervención quirúrgica mayor y otras cuestiones éticas como si el donante está coaccionado, por ejemplo, por la presión familiar”, explica este catedrático.
Si el donante “es consciente de que se pueden morir los dos en la intervención”, es otra de las principales cuestiones que de las que se cerciora el Comité de Ética Asistencial antes de dar el visto bueno a una donación entre pacientes vivos.
A pesar de que Ana puede donar el órgano a su hijo, Giovanny continúa en la lista de espera, pues, según la Ley, si aparece un donante fallecido compatible, tiene prioridad ante cualquier donante vivo.
Exigencia legislativa
Este tipo de donación está recogida en la citada Ley de Trasplantes de octubre de 1979 y desarrollada en el Real Decreto de diciembre de 1999, donde se especifica que la donación de vivo nunca debe utilizarse como sustitución de la donación de cadáver sino como un complemento.
Estos trasplantes se sustentan en los buenos resultados el receptor siempre que impliquen un bajo riesgo del donante, cuya protección integral ha de ser una prioridad en todos los programas de trasplante.