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El continuo renacer de un barrio

   
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La construcción de viviendas sociales convirtió a La Vera en uno de los núcleos más poblados de Puerto de la Cruz. / MOISÉS PÉREZ

NATALIA TORRES | PUERTO DE LA CRUZ

Una zona agrícola y unas pocas casas que se alzaban a ambos los lados de la carretera general fueron el germen del actual barrio de La Vera, uno de los más poblados de Puerto de la Cruz. Fue en los años 80 cuando La Vera experimentó su mayor crecimiento demográfico de la mano de las viviendas sociales que comenzaron a construirse en el barrio, edificios a los que llegó gente de toda la Isla y que convirtió a La Vera en un pequeño universo en el que, al principio, los problemas de convivencia se hicieron evidentes, para después convertirse en un barrio en el que los vecinos son el auténtico motor de su actividad. Quizás esas dificultades iniciales dieron al barrio una mala prensa que gracias al empeño de sus habitantes ha conseguido superarse.

Una de las características más especiales de La Vera es que, aunque funcionalmente dependa en más de un 90% del ayuntamiento de Puerto de la Cruz, otros dos municipios tienen que ver con sus necesidades: La Orotava y Los Realejos, aunque la colaboración con ellos es más a nivel vecinal, “las asociaciones se dirigen a uno u otro ayuntamiento en función de lo que necesitan, pero es el de Puerto de la Cruz el responsable de la mayoría del barrio”. Quien así se expresa es Marco A. González, responsable durante los últimos 12 años de la ludoteca del barrio, la primera de Tenerife y origen de la red de ludotecas de la Isla. Actualmente González ha dejado su puesto al ser elegido como concejal socialista en el Ayuntamiento portuense.

La Vera ha crecido de forma continuada en los últimos años y a medida que la población se ha asentado, se han ido creando las infraestructuras necesarias como colegios, institutos, centro de salud o el polideportivo, aunque este último lleva un año y medio cerrado y cuya reapertura “es una de las principales demandas de los vecinos”, señala González.

Las necesidades del barrio se han ido cubriendo poco a poco con el paso de los años pero siempre con la sensación de que en La Vera cada cierto tiempo es necesario empezar de nuevo. “La Vera ha sido proyecto piloto de casi todo”, destaca González pero siempre con “falta continuidad”, como explica otra vecina de este barrio, Julia Luis Marrero, exdirectora de la Escuela Taller que se ubicaba en el barrio y concejal socialista en la oposición durante cuatro años. Luis destaca que se necesita “personal para que dinamice las actividades del barrio y de la continuidad que siempre ha faltado en el barrio”. Asegura que se trata de un barrio muy luchador y con iniciativa, “tres asociaciones de vecinos lo demuestran”. Asociaciones que han sido responsable de “unas fiestas locales que durante un tiempo fueron incluso mejores que las del propio Puerto de la Cruz”, añade González.

Urbano García Pérez es el presidente de la asociación Amigos del Valle, la primera que está registrada en dos municipios: La Orotava y Puerto de La Cruz. José Peraza es el presidente asociación Candelaria del Norte y autor de un conocido blog: La Vera paso a paso, en el que se cuelgan las noticias del barrio y por último la asociación de San José Obrero, cuya presidenta durante más de 20 años ha sido, y sigue siendo, Rosa Real Torres, un personaje implicado en la historia del barrio desde su inicio.

Otra parte importante de este rincón norteño es la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, constituida como parroquia en 1953 y cuyo templo fue inaugurado en 1960, templo que se construyó gracias al empuje de los vecinos. Acoge en su seno a la Hermandad del Santísimo Sacramento y a la Cofradía de Nuestra Señora de la Candelaria y además cuenta con la inestimable ayuda de Cáritas que atiende a las personas más necesitadas del barrio en la que se incluye un banco de alimentos cuya responsable es Linda.

Junto a las asociaciones y la iglesia, el barrio de La Vera destaca por una actividad deportiva notable, sobre todo en fútbol y lucha canaria.

Es en este último deporte donde destaca la figura de Benito Rodríguez, entrenador de la Escuela Municipal de Lucha Canaria Candelaria de La Vera, “un hombre que ha hecho mucho por la lucha canaria y que incluso ha hecho campeón de Canarias a su equipo”, destaca González.

En el apartado futbolístico el Club Deportivo Vera, cuenta con equipo en todas las categorías infantiles y se consolida en la tercera regional. Fundado en 1936, lo convierte en el club más antiguo del Valle de La Orotava.

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Rosa Real Torres, presidenta de la Asociación de Vecinos de San José Obrero. / M. P.

“Cuando vine no había ni luz”

Lleva más de 20 años siendo presidenta de una de las primeras asociaciones de vecinos que surgieron en La Vera, la de San José Obrero. Rosa Real Torres fue una de las primeras habitantes de las viviendas sociales que en los años 80 se construyeron en el barrio, unas viviendas a las que llegó, como ella misma recuerda, cuando aún ni siquiera tenían luz. “Cuando yo me fui a vivir a La Vera no había nada: ni luz, ni carretera, ni nada”, recuerda Real.

“El edificio estaba terminado pero aún no tenía nada conectado”, cuenta Real, que explica que “hubo un temporal muy grave y donde nosotros estábamos no podíamos continuar; por eso, el Ayuntamiento, en una actuación de urgencia, nos metió en los edificios”. Después de aquello comenzó a formarse el barrio: “No había luz, había dos bloques de viviendas y teníamos que salir a la calle con linternas”, cuanta la presidenta de la asociación San José Obrero.

Tampoco había carreteras: “Eran de tierra”, recuerda Real. En ese primer bloque de viviendas se formó la Asociación de Vecinos de San José Obrero, de la que Rosa Real es presidenta desde hace más de veinte años porque, como señala, “nadie más ha querido hacerse cargo”.

Esta mujer luchadora recuerda que después de trasladarse a las viviendas sociales se comenzaron a colocar los servicios: “Lo primero que se hizo fue asfaltar los alrededores de las viviendas y luego ya comenzaron a llegar más viviendas de protección oficial y el resto de servicios necesarios para el barrio como los colegios, el centro de salud…” Rosa Real añade que, “gracias a Dios, poco a poco fueron equipando todo el barrio con casi todo lo necesario”. En su faceta como presidenta de la asociación, Real dice encontrarse muy satisfecha porque “hacemos muchas cosas y la gente responde”. Sobre todo, añade, “con los niños, que se trabaja muy bien y lo cierto que el no trabaja con ellos es porque es un gandul”, dice entre risas. En cuanto a las infraestructuras actuales, Rosa Real, señala que, aunque los barrios siempre necesitan algo, “ahora mismo La Vera tiene todo lo esencial con un centro de salud, una ludoteca, un polideportivo, que aunque está cerrado, estamos a la espera de que lo abran, en general está casi todo cubierto”.

La presidenta de la asociación San José Obrero señala que la “mala fama” que ha tenido el barrio de La Vera tiene mucho que ver con sus inicios y no con lo actualidad: “Un barrio no se forma de la noche a la mañana. Cuando se hicieron las viviendas sociales aquí vino gente de muchos sitios, no se puede pretender que de la noche a la mañana miles de personas, normalmente las familias con menos recursos, que eran las beneficiarias de las viviendas sociales, encajaran bien a la primera”. “Eran muchas clases de familias y por lo general los ayuntamientos mandaban a las más conflictivas”, añade. Aquello quedó atrás y como reconoce Rosa Real, “ahora somos un barrio como cualquier otro de Puerto de la Cruz, son cosas del pasado y la convivencia en la actualidad es muy buena”. Rosa Real ha sido y sigue siendo la impulsora de numerosas actividades en el barrio de La Vera, desde sus fiestas que se celebran en agosto, hasta los carnavales o la cabalgata de Reyes. Una mujer incombustible que a pesar de sus problemas de salud sigue al pie del cañón en el barrio de La Vera.