En un lugar de la danza…

El Ballet de Moscú ofrece hasta el 29 de julio seis funciones en diferentes escenarios de Tenerife. / DA

SANTIAGO TOSTE | SANTA CRUZ DE TENERIFE

“Don Quijote es un clásico de la literatura sobre el que prácticamente no queda nada que explicar; por eso, al abordar un ballet de estas características el reto consiste en buscar aquellos aspectos que, aunque ya presentes en esta historia tantas veces contada, te permitan añadirle ese algo que no puede expresarse con palabras”. Timur Fayziev, director del Ballet de Moscú, exponía ayer de esa manera el trabajo realizado por su compañía para abordar la obra de Miguel de Cervantes, en el ballet ideado por Ludwig Minkus.

Fayziev presentó en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña la nueva gira del Ballet de Moscú por las Islas, con un programa que, además de Don Quijote, incluye El Lago de los Cisnes, de Tchaikovsky. Precisamente, este último espectáculo será el que reciba este jueves y viernes al público en el teatro capitalino, ambos días, a partir de las 20.30 horas. Mientras que las funciones del sábado (20.30 horas) y la del domingo (19.00 horas) versarán en torno a la historia del legendario hidalgo de La Mancha.

Las entradas se encuentran ya a la venta, al precio de 35, 25 y 20 euros, en las taquillas del Guimerá. Los promotores de esta cita con la danza han establecido además precios especiales para aquellos grupos que superen las 20 personas. Para cualquier consulta a este respecto, existe la dirección de correo electrónico info@factoriacultural.com.

Otros escenarios

Pero como se ha dicho, la presencia del ballet ruso en Canarias comprende otros puntos de Tenerife y las islas de Gran Canaria y Lanzarote. Aquí, por ejemplo, se representará El Lago de los Cisnes en el Auditorio Teobaldo Power de La Orotava (día 26, 21.00 horas); en el Auditorio de El Sauzal (27 de julio, 20.30 horas) y en el Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos (28, 20.30 horas). En el caso de Don Quijote, el 29 de julio, desde las 20.30 horas, se escenificará sobre las tablas del Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos.

Bortiakova y Mussakhanov, los solistas. / DA

“En esta compañía intentamos trabajar mucho la expresividad, que cada bailarín cruce la línea del virtuosismo en la técnica para trasmitir emociones”, recalcó Timur Fayziev. “Así, por ejemplo -argumentó quien entre 1971 y 1991 fuese bailarín solista en el ballet Stanislasky-, con el personaje de Don Quijote, que en muchos teatros se representa como una figura estática, buscamos un mayor dinamismo, para que el público perciba que quien está ante él (en este caso, el bailarín Akzhol Mussakhanov) es alguien que está enamorado, que sufre, que vive, que siente”. “De igual modo -señaló Fayziev-, en El Lago de los Cisnes tenemos la suerte de contar con Ekaterina Bortiakova, que es una artista que baila y una bailarina que se expresa con el arte, que sabe transmitir sentimientos”.

Una de las preguntas que se le formuló a Fayziev durante su encuentro con los periodistas fue la de que si un filme reciente como El Cisne Negro contribuía o no a que los más jóvenes se acercasen a la danza. “A mí no me gustó la película, porque en la vida real esas relaciones tan complejas entre bailarines no se dan. No obstante -afirmó-, sí que es cierto que, en el plano publicitario, ha ayudado a popularizar el ballet un poco más”, concluyó.

[apunte]El hidalgo revisitado

“Sobre mi mesa de noche hay un ejemplar de El Quijote y cada vez que leo un fragmento encuentro nuevas ideas para llevarlas al ballet”. Timur Fayziev se mostraba así de entusiasmado al hablar en el Guimerá sobre un montaje que, pese a la experiencia que le ha brindado con sus múltiples puestas en escena, no deja de revisitar. [/apunte]