JOSÉ L. CONDE | ADEJE

“Yo tiraría la Ley del Menor y empezaría de nuevo aún sabiendo que va a salir la misma” afirmó ayer Francisco Javier Urra Portillo, doctor de Psicología Clínica de la Universidad Cardenal Cisneros tras pronunciar la ponencia ‘Educar a los/las adolescentes para una buena socialización’ en el curso ‘Reinventar la educación de los adolescentes’. Urra señaló que la Ley del Menor ha sido criticada fundamentalmente por personas que no la han leído y que el líder del PP, Mariano Rajoy, ya ha anunciado que va a a plantear una rebaja de la edad penal para aquellos casos de homicio, violación o de multireincidencia.
En este sentido manifestó que “cada vez se legisla más lo que significa que somos incapaces de mejorar a la persona”. Tras señalar que la psicología no es una ciencia exacta, dijo que España dispone de una buena legislación y que le parece poco como ciudadano o como padre que se condene a ocho años a alguien que ha violado o a matado, pero que tiene dudas como experto para un chaval de 16 años que pase l mitad de lo que ha sido su vida en prisión, además en un periodo que es central en su vida”.
También anunció que se están llevando a cabo modificaciones en la Ley de Protección Jurídica del Menor que evitará situaciones anómalas en un país como España en que cada comunidad ha legislado de distinta manera.
Por otro lado, demandó la elaboración de una Ley de Atención a la Víctima, que si existe para los casos de terrorismo, pero no para el resto de delitos. Citó como ejemplo el diferente trato entre la víctima de un robo de un coche y que además golpean a su novia que tiene que ir al juzgado, al hospital, etcétera, mientras que al agresor le leen sus derechos.
Urra señala que en la vida “hay que ser feliz pero no más de lo que la vida te da. La vida es aburrimiento, alegrías, dolor, es decir, que el sufrimiento es en gran parte necesario”. Ese próximo viernes presentara una nueva tesis doctoral en Enfermería que lleva por título ‘Fortalezas para afrontar las diversidades de la vida’. Para su elaboración se reunió con una buena amiga, a la que ETA le robó las piernas, con gente que tiene cáncer o que ha perdido un hijo en un accidente de tráfico, vivencias traumáticas que hacen que unas personas se hundan y otras, sufriendo, afrontan la vida levantando los ojos. En ese libro “me preguntó qué se le puede pedir a la vida, pero lo importantes es para quién hemos vivido”.
El psicólogo se definió como una persona que trabaja 20 horas, que ha padecido un infarto, y que no le tiene ningún miedo a la muerte. “Creo que ya he realizado lo que tenía que hacer. Estoy contento. Yo creo que la felicidad necesita del otro no se puede ser feliz sin el otro. Puede ser tu pareja, tu madre o cualquiera sino creo que es una felicidad onanista. Con relación a la canción que mantiene que hay que tener tres cosas en la vida: salud, dinero y amor, señala que el dinero es suficiente con lo justo para vivir, salud no es necesario, yo veo mucha gente que es feliz en los hospitales, y amor creo que es fundamental”.
Interrogado sobre si el actual sistema educativo cuenta con las herramientas suficientes, señala que la educación en general en España va bien. Dispone de un profesorado que es bueno y que se va a calificar ahora con el Plan Bolonia, pero sobre todo habría que filtrar a ese porcentaje de profesores no vocacionales y que se coloca aquí por que no llega a otras especialidades”. También insiste en que los padres tienen que apoyar a los profesores y que no pueden convertirse en equívocos abogados de sus hijos. En este mismo apartado recuerda la importancia de enseñar para afrontar este mundo mercurial, es decir, líquido cambiante, donde la esperanza de vida de los niños de ahora es de cien años y nulas las posibilidades de que sigan toda su vida con un mismo trabajo o la misma novia. Se trata en definitiva de dar las herramientas para luchar en “este mundo de reconstitución”.
Insiste en que los jóvenes deben ser formados para manejarse en un mundo donde hay un altísimo nivl de información, pero la gente carece de conocimientos, “no lee y menos un libro clásico, tampoco se formula preguntas inteligentes”, cuestiona Javier Urra.
Capacidad crítica
Los políticos también fueron objeto de las críticas del ponente quien dijo que muchos de ellos “dicen lo que les mandan y por si mismo no aportan nada. Hay que tener una capacidad crítica, no ser un criticón, hay mucho quejicoso en ese mundo”.
Anunció que su próximo libro llevará por título, si no lo cambia la editorial, Los sentimientos son un material inflamable, donde explica que hay que ser mas sensibles, tolerantes y cooperar más en los valores. Por último, dice que la mayoría de la gente no sabe hablar durante dos horas sobre un mismo tema y que además no saben expresar lo que quiere decir. “El ser humano se diferencia de los otros animales por el lenguaje, es importante transmitir el lenguaje ideológico, que servirá para chocar con los sentimientos que están rumiando ideas negativas. Todo eso nos está haciendo produciendo bastante daño”, señaló.